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Tucumán: Se inauguró la segunda etapa del Complejo Penitenciario Benjamín Paz

 Una inversión histórica para descomprimir comisarías y reforzar la seguridad en Tucumán

El gobernador Osvaldo Jaldo encabezó la inauguración de la segunda etapa del Complejo Penitenciario Benjamín Paz, ubicado en Trancas, a 54 kilómetros de la capital tucumana. Con esta obra, que demandó una inversión superior a los $27.000 millones, el sistema penitenciario provincial suma 700 nuevas plazas y eleva la capacidad total a 1.470 internos.

 

“Devolvemos policías a la calle”

Durante el acto, Jaldo subrayó que la ampliación del penal no solo refuerza la infraestructura carcelaria, sino que también libera a cientos de efectivos policiales que hasta ahora custodiaban detenidos en comisarías.

“Hoy inauguramos una cárcel que no solo amplía la capacidad del sistema penal, sino que también devuelve a la calle a cientos de policías que estaban cuidando detenidos, cuando su función es proteger a la ciudadanía”, destacó el mandatario.

En menos de dos años, Tucumán pasó de 1.200 a casi 2.000 plazas penitenciarias gracias a la apertura de Delfín Gallo y ahora Benjamín Paz. Para Jaldo, esta obra es una muestra de resultados concretos en materia de seguridad.

 

Una cárcel moderna con estándares internacionales

El Complejo Penitenciario Benjamín Paz se levanta sobre un predio de 130 hectáreas y es considerado la mayor obra carcelaria en Tucumán en los últimos 100 años. Su infraestructura responde al modelo de “campus abierto”, con 18.000 m² cubiertos, triple cerco perimetral, torres de vigilancia y una calle central que conecta los distintos pabellones.

La distribución de los internos contempla módulos diferenciados según el tipo de delito, la conducta y la condición de la pena, en cumplimiento con la Ley 24.660 y los tratados internacionales de Derechos Humanos.

Además, se incorporan espacios educativos, laborales, recreativos, deportivos y religiosos. Habrá escuela, biblioteca y áreas para la capacitación, buscando reducir tensiones internas y favorecer la convivencia.

 

Impacto local y trabajo tucumano

El gobernador remarcó que los $27.186 millones de inversión fueron ejecutados con materiales, empresas y mano de obra tucumanas. Esto no solo permitió concretar una obra de gran magnitud, sino también generar empleo y dinamizar la economía regional.

“Este complejo es una necesidad hecha realidad. Y Tucumán es la segunda provincia que inaugura una cárcel de estas características en el país”, afirmó Jaldo.

 

Un paso institucional clave

El acto contó con la presencia de autoridades de los tres poderes del Estado, intendentes del interior, representantes del empresariado, gremios y fuerzas de seguridad provinciales y federales.

El presidente de la Corte Suprema de Tucumán, Daniel Leiva, destacó la importancia de esta obra frente al nuevo escenario judicial: “Desde la vigencia del Código Procesal en 2021, los juicios son más ágiles, lo que generó un aumento exponencial de condenas efectivas. De 550 causas resueltas en 2017, pasamos a 3.200 en 2023. Esta cárcel responde a esa demanda”.

 

Seguridad y futuro

Con esta ampliación, el Servicio Penitenciario tucumano suma 1.372 agentes en Benjamín Paz y más de 3.000 en toda la provincia, un crecimiento significativo en pocos años. El director del servicio, Antonio Quinteros, recordó que hacía un siglo no se construía una cárcel de esta magnitud y confirmó que los traslados de detenidos desde comisarías comenzaron este mismo martes.

“Se trata de una obra fundamental para dar seguridad a los vecinos y liberar a la policía de tareas que no le corresponden. Tucumán necesitaba esta respuesta”, remarcó.

 

Una señal frente al delito

Más allá de la infraestructura, la inauguración de Benjamín Paz es leída como un mensaje político claro: en Tucumán la inseguridad no se combate solo con discursos, sino con obras y medidas concretas.

El propio Jaldo lo expresó con contundencia: “A partir de hoy comenzamos a descomprimir comisarías y a sacar policías a las calles. Este complejo no es solo ladrillos y rejas; es una decisión política de poner la seguridad en el centro de la gestión”.

El anuncio de que en 2026 se concluirá el complejo de Las Talitas —remodelado para albergar 600 internos— refuerza la idea de un plan penitenciario sostenido en el tiempo.

Estas obras, más allá de la política partidocrática que sólo complica a la sociedad, son las que cuentan para la ciudadanía, en post del bien común. Y son, además, un mensaje claro a la delincuencia.

Tucumán: Se inauguró la segunda etapa del Complejo Penitenciario Benjamín Paz
El Cristiano 17 de septiembre de 2025
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