Ir al contenido

Votos afirmativos, nulos y en blanco. Y todo lo que tenés que saber para ir a votar con responsabilidad cívica …y coherencia.

Argentina se prepara para las elecciones legislativas nacionales del 26 de octubre de 2025, en las que se renovarán bancas en el Congreso. Es clave que los votantes conozcan los distintos tipos de voto (afirmativo, nulo, en blanco, recurrido y de identidad impugnada) y cómo se contabilizan para garantizar la transparencia del proceso electoral. 

 

Voto afirmativo

Los votos afirmativos, también llamados positivos, son aquellos emitidos mediante la Boleta Única oficializada, en los que el elector marca una opción electoral para una o más categorías (diputados o senadores). Este tipo de voto es el que se cuenta normalmente y refleja la voluntad del votante en la elección.

 

Voto nulo

Un voto se considera nulo cuando no cumple con los requisitos establecidos para ser válido. Entre las situaciones que generan nulidad se incluyen:

1-     Emitir un voto mediante una Boleta Única no oficializada.

2-     En la Boleta Única oficializada: Marcar dos o más opciones de diferentes agrupaciones políticas para la misma categoría (la nulidad solo afecta a esa categoría). 

3- Romper la boleta, de tal manera que impida determinar la opción elegida. 

4- Incluir inscripciones, dibujos o leyendas que dificulten identificar la elección. Algunos agregan objetos extraños junto con la boleta plegada, que también lo anula.-

 

Voto en blanco

Se considera voto en blanco aquel en el que el elector no marca ninguna preferencia electoral en una o más categorías. Este tipo de voto expresa la decisión de no elegir ninguna opción, pero sigue siendo registrado y computado.

 

Voto recurrido

El voto recurrido surge cuando un fiscal de mesa cuestiona la validez o nulidad de un sufragio. En estos casos, el fiscal debe fundamentar su objeción y la causa se asienta de manera resumida en un volante especial provisto por la Junta Electoral.

 

Voto de identidad impugnada

Finalmente, los votos de identidad impugnada se producen cuando la identidad del elector es cuestionada por las autoridades de mesa o por los fiscales presentes. Estos votos quedan sujetos a verificación antes de ser considerados válidos.

Ahora que ya sabemos qué tipo de acciones pueden anular nuestro voto, veamos porqué hoy más que nunca es importante hacerlo.

 

¿Por qué hay que ir a votar?

El voto siempre fue importante. Pero en estas elecciones el voto lo es mucho más. No sólo porque definirá una nueva composición del Congreso de la Nación, sino por lo que ello implica, de cara a la realidad argentina.

Con mucho esfuerzo, y también con errores, los argentinos han sido protagonistas de un cambio de rumbo. Todos, poniendo el hombro. Algunos dirán que no es el correcto, otros sí.

Pero lo que es innegable es que la mayoría de los argentinos votaron por un cambio, ante la situación trágica que vivíamos hace dos años y nadie puede negar: una inflación que casi estaba en niveles pre hiperinflacionarios, una violencia creciente y sin freno en las calles, tomadas por un sinfín de agrupaciones adueñándose de ellas, y una pobreza que alcanzó a más del 50% de las familias argentinas.

Además de una educación con índices paupérrimos, encima, que adoctrinaba con manuales ideológicos y penes de madera incluidos, que tanto daño hicieron a nuestros niños.

Sí, con errores, y algunos graves, como en estas páginas también señalamos, con absoluta rigurosidad informativa.

 

Una razón más para ir a votar

Hoy los argentinos deben ir a las urnas. Y todos sabemos que en elecciones de término medio una gran porción de los votantes no asisten a ellas, por dejadez, o simple falta de compromiso cívico. Algunos dirán que descreen de la democracia y no asisten porque ninguno los representa en esas listas. Y es entendible, sólo falta ver los resultados fallidos desde los ochentas.

Pero si todos queremos vivir mejor debemos expresar esa voluntad eligiendo a quienes nos representarán en el Congreso. Sino, de igual forma irá gente que se atribuirá la representación hasta de los que no fueron.

Todos deben ir a las urnas y votar, aún con esas dudas o esa desazón. Con el desagrado de lo que aún no se consiguió, o lo que se perdió. Con el fastidio de la chatura de las campañas. Y de nuestra democracia.

Porque si no lo hacemos se lograrán mayorías que, como en las anteriores elecciones, llenarán las Cámaras con políticos contrarios a la defensa de la vida, del respeto a los derechos de los ancianos, de la importancia de la familia y la educación en valores de los hijos.

Porque si no votamos con convicciones, o si no vamos a votar, que es aún peor, tal vez las cosas vayan peor, como también ocurrió. Y eso ya no podrá endilgarse a “los políticos de turno”, sino a lo que ese voto podría haber cambiado para mejor. Priorizando el voto a candidatos con valores, únicamente.

La Argentina necesita de cada voto para salir adelante. Unidos, aceptando las diferencias, pero juntos, como nos pide el Papa tantas veces desde hace unos meses. Porque sólo la unidad, la tolerancia y el compromiso cívico nos permitirán salir del círculo vicioso de tantas décadas. 

Y que esas mayorías silenciosas sumen una avalancha de votos apoyando a candidatos con valores cristianos como los de nuestros próceres. Dios nos ayude a hacerlo realidad.

Votos afirmativos, nulos y en blanco. Y todo lo que tenés que saber para ir a votar con responsabilidad cívica …y coherencia.
El Cristiano 23 de octubre de 2025
Iniciar sesión dejar un comentario
Una acción populista de ayer y sus consecuencias históricas en un pueblo con buena fe