La Casa Blanca anunció que la administración de Donald Trump utilizará parte de los ingresos recaudados por aranceles para financiar el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC), evitando así que millones de familias pierdan sus beneficios.
El anuncio llega en medio del cierre parcial del gobierno estadounidense, generado por la falta de acuerdos en el Congreso (algo parecido a no tener acuerdo en la Ley de Presupuesto, en Argentina), lo que había puesto en riesgo la continuidad de este programa que brinda asistencia alimentaria a mujeres embarazadas, madres lactantes y niños pequeños de bajos recursos.
Una “solución creativa” ante la falta de fondos
La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, explicó que la medida responde a la necesidad de garantizar la continuidad del WIC pese a la parálisis presupuestaria:
“Los demócratas son tan crueles en sus constantes votos para cerrar el gobierno que obligaron al programa WIC, que atiende a las mujeres y niños más vulnerables, a quedarse sin fondos esta semana”, señaló.
Leavitt agregó que el presidente Trump y su equipo encontraron una salida creativa, permitiendo que los recursos provenientes de los ingresos arancelarios —bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial— sean transferidos temporalmente al programa.
“El presidente Trump no permitirá que madres empobrecidas y sus bebés pasen hambre debido a los juegos políticos de los demócratas”, añadió.
El programa WIC y su impacto en la población vulnerable
El programa WIC brinda asistencia alimentaria a mujeres embarazadas, madres lactantes, bebés y niños menores de cinco años mediante tarjetas electrónicas que solo pueden utilizarse para comprar alimentos autorizados, como leche, frutas, verduras, yogur, huevos y fórmula infantil.
Durante el año fiscal 2025, el programa operó con un presupuesto de 7.600 millones de dólares, equivalentes a un costo semanal de alrededor de 146 millones de dólares. Sin una nueva asignación de fondos, los recursos del WIC podrían haberse agotado en cuestión de días.
La Casa Blanca precisó que la transferencia de fondos permitirá mantener el programa activo y evitar la interrupción del suministro de alimentos para cerca de 7 millones de mujeres y niños en todo el país.
Fondos provenientes de los aranceles
La propuesta del gobierno se basa en el uso de ingresos por aranceles aplicados bajo la Sección 232, que autoriza al presidente a imponer tarifas por motivos de seguridad nacional.
Desde el inicio de la administración Trump, estas medidas comerciales han generado más de 190.000 millones de dólares en ingresos, según estimaciones oficiales. Entre los principales rubros gravados se incluyen los vehículos importados (25%) y productos como acero, aluminio y cobre (50%).
Estos aranceles han sido considerados menos vulnerables a impugnaciones legales que otros impuestos al comercio exterior aplicados bajo la Ley de Poderes Económicos Internacionales de Emergencia (IEEPA).
Un mensaje político en medio del cierre del gobierno
El anuncio coincidió con nuevas críticas del presidente Trump hacia los legisladores demócratas, a quienes acusó de “falta de liderazgo” por no alcanzar acuerdos presupuestarios que impidan el cierre del gobierno.
Si bien la Casa Blanca no ha detallado los mecanismos legales para la transferencia de fondos, la decisión fue presentada como un acto de responsabilidad moral y política frente a una crisis que afecta directamente a las familias más vulnerables.
Con esta medida, la administración Trump busca proyectar una imagen de acción y sensibilidad social, al tiempo que traslada al Congreso la carga de resolver el estancamiento presupuestario. Como en Argentina, pero con sus diferencias. Lo bueno: el gobierno americano, con sensibilidad, no va a cortar los servicios a ese grupo vulnerable.