En su primera entrevista desde que asumió el papado, concedida a la periodista estadounidense Elise Ann Allen para el libro «León XIV: ciudadano del mundo, misionero del siglo XXI», el Sumo Pontífice abordó temas cruciales como la crisis de las instituciones internacionales, los desafíos de la Iglesia moderna y su propia identidad bicultural.
El Papa, quien ha mantenido un perfil discreto en sus primeros meses de pontificado, reflexionó sobre su doble herencia cultural:
«Obviamente soy estadounidense y me siento muy estadounidense, pero también quiero mucho a Perú, al pueblo peruano, así que eso forma parte de lo que soy. Pasé la mitad de mi vida de servicio en Perú, así que la perspectiva latinoamericana es muy valiosa para mí».
Respecto a su adaptación al papel papal, León XIV reconoció estar «sorprendido» por su repentina proyección como líder mundial, aunque asegura que el aspecto pastoral ha sido el más natural para él. «Todo esto es nuevo para mí… Me siento muy desafiado, pero no abrumado», expresó sobre sus nuevas responsabilidades diplomáticas.
En el contexto internacional, el Pontífice manifestó su preocupación por el deterioro del multilateralismo, señalando específicamente el descrédito de las Naciones Unidas:
«Desgraciadamente, parece generalmente reconocido que las Naciones Unidas han perdido su capacidad de reunir a la gente en torno a cuestiones multilaterales».
Sobre el conflicto en Ucrania, destacó los esfuerzos de la Santa Sede por mantener una «posición verdaderamente neutral» y su disposición para mediar en posibles negociaciones.
El Papa dedicó especial atención a la creciente desigualdad económica global, citando estadísticas alarmantes: «Los directores ejecutivos que hace sesenta años quizá habrían ganado de cuatro a seis veces más que los obreros de las fábricas, según las últimas cifras que he visto ganan 6.600 veces más que un trabajador medio». También mencionó con preocupación la noticia sobre Elon Musk como potencial primer trillonario del mundo.
Uno de los puntos más significativos de la entrevista fue su explicación sobre la sinodalidad, concepto que ha generado debate dentro de la Iglesia.
«No se trata de intentar convertir a la Iglesia en una especie de gobierno democrático», aclaró el Papa, «porque si miramos a muchos países del mundo de hoy, la democracia no es necesariamente la solución perfecta para todo». En su lugar, describió la sinodalidad como un proceso inclusivo donde «cada miembro de la Iglesia tiene una voz y un papel que desempeñar».
En un momento más distendido de la conversación, el Papa reveló su pasión por el fútbol, expresando su simpatía por la selección peruana y el equipo italiano, aunque como Pontífice dice apoyar a todos los equipos. También confirmó ser seguidor de los White Sox, equipo de béisbol de Chicago.
La entrevista, que será publicada en su totalidad el 18 de septiembre, fue realizada entre Castel Gandolfo y su residencia del Palacio del Santo Oficio, marcando un hito en la comunicación del nuevo pontificado con los fieles y el mundo.