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Estudio de más de 865.000 pacientes de píldoras abortivas: 11% sufre “eventos adversos graves”

Un estudio pionero que analiza los registros de seguros de salud pública en Estados Unidos encontró que más de 1 de cada 10 mujeres que toman la píldora abortiva mifepristona para completar un aborto químico sufrirá una complicación grave de salud durante el proceso.


El estudio, que analizó a 865.727 pacientes entre 2017 y 2023, fue publicado por el Ethics and Public Policy Center (EPPC) el 28 de abril, y descubrió que el 10.93% de las mujeres sufre al menos un “evento adverso grave” dentro de los 45 días posteriores a la toma de mifepristona para un aborto.

“Esto no es una mera especulación; está basado en el conjunto de datos más grande que conocemos”, dijo Ryan T. Anderson, presidente del EPPC y uno de los autores del estudio, a EWTN.

Más del 4.7% de las mujeres tuvieron que acudir a emergencias relacionadas con el aborto, más del 3.3% sufrió hemorragias y más del 1.3% presentó infecciones. Miles fueron hospitalizadas, más de 1.000 necesitaron transfusiones de sangre y cientos sufrieron sepsis. Cerca de 2.000 mujeres experimentaron otros eventos adversos potencialmente mortales.

En el 2.84% de los casos, el aborto químico fue fallido y se completó posteriormente mediante un aborto quirúrgico. En varios miles de casos, no se detectó un embarazo ectópico.

El estudio del EPPC es la investigación más completa realizada hasta la fecha sobre el tema y sugiere que el ambiente controlado de los ensayos clínicos anteriores —algunos de los cuales reportaban tasas de eventos adversos tan bajas como 0.5%— no refleja las consecuencias reales del uso generalizado de la píldora abortiva en un mercado cada vez menos regulado.

Como señala el estudio, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) desreguló la mifepristona en 2016 bajo la administración del presidente Barack Obama y nuevamente en 2023 bajo la administración del presidente Joe Biden.

La FDA redujo el número de visitas médicas presenciales necesarias para obtener mifepristona de tres a una en 2016, y luego a cero en 2023. También eliminó en 2016 los requisitos de que los medicamentos fueran dispensados por un médico, que fueran tomados en un consultorio, que hubiera una cita de seguimiento obligatoria y que se reportaran los eventos adversos. En 2023, permitió además la entrega por correo de los medicamentos.

Antes de los cambios de 2016, la mifepristona solo podía usarse hasta las primeras siete semanas de embarazo. La revisión durante el gobierno de Obama extendió este límite a las primeras 10 semanas.

Actualmente, más de la mitad de todos los abortos en Estados Unidos se realizan mediante mifepristona.

“Ahora, debido a Obama y Biden, las píldoras abortivas se toman solas, en casa, por pedido por correo”, afirmaron Anderson y el coautor del estudio Jamie Bryan Hall, director de análisis de datos del EPPC, en un comunicado conjunto.

“La industria del aborto le dice a las mujeres que la píldora abortiva es tan segura como el Tylenol”, señalaron. “Eso es fundamentalmente falso, y las mujeres merecen conocer la verdad. Debido a que la mayoría de las mujeres no recibe información veraz sobre estos medicamentos, están terriblemente desprevenidas ante las complicaciones posteriores”.

Un estudio británico publicado a finales del año pasado confirmó esta realidad, revelando que muchas mujeres informaron no estar preparadas para el dolor que experimentaron con el aborto químico. Casi la mitad experimentó más dolor del que esperaban y algunas advirtieron que, durante las consultas, se “minimizó o “endulzó” la información sobre el nivel de dolor.

Christina Francis, gineco-obstetra en ejercicio y directora ejecutiva de la Asociación Estadounidense de Gineco-Obstetras Provida (AAPLOG), declaró a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que los datos del EPPC "confirman lo que estamos viendo en la práctica clínica real" y que "basándome incluso en mi propia experiencia clínica, sé que estos medicamentos no son seguros".

Francis relató el caso de una paciente que trató recientemente, quien había pedido las píldoras abortivas por internet. La mujer solicitó el medicamento estando embarazada de nueve semanas, pero cuando lo tomó, estaba “mucho más avanzada” de lo que pensaba, lo que provocó varias complicaciones de salud que requirieron cirugía.

También mencionó a una colega que atendió a una paciente cuyo bebé fue expulsado cuando el cuerpo tenía el "tamaño de la palma de su mano", lo que sugiere que el aborto químico ocurrió más allá del "límite legal".

“Vio a su bebé y fue algo muy, muy traumático para ella. Esto está sucediendo en salas de emergencia en todo el país”, dijo Francis.  

El P. Tad Pacholczyk, bioeticista sénior del Centro Nacional Católico de Bioética (NCBC), comentó a CNA que el informe "nos recuerda nuevamente cómo estos agentes tóxicos ni siquiera pertenecen al campo de la medicina, que en su esencia es un ministerio de sanación, ya que apuntan directamente a la vida de pacientes humanos no nacidos."

"En lugar de dejar a las mujeres a su suerte, cuando la evidencia abrumadora indica que este potente fármaco tiene una alta probabilidad de causar sepsis, infección, hemorragia u otros desenlaces potencialmente mortales, las mujeres tienen derecho a una regulación más estricta sobre quienes distribuyen estos medicamentos, así como a un mejor seguimiento y control después de su auto-administración", añadió Pacholczyk.

EPPC pide revisión a la administración Trump

Los investigadores del EPPC instaron a la administración del presidente Donald Trump a revisar las regulaciones actuales y restablecer las medidas de seguridad que existían antes de las desregulaciones promovidas por las administraciones de Obama y Biden.

Esto requeriría tres visitas presenciales al médico y confirmar que el embarazo sigue dentro de las primeras siete semanas, como originalmente exigía la FDA. También exigiría que el medicamento fuera recetado por un médico y administrado en persona, y restablecería el reporte obligatorio de eventos adversos.

"Tenemos esperanza de que la administración Trump haga lo correcto", dijo Anderson a EWTN News.

Trump ha prometido que no prohibirá la píldora abortiva, pero no descartó la posibilidad de regular estos medicamentos. El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., dijo a principios de este año que planeaba investigar las preocupaciones de seguridad relacionadas con la mifepristona.

"Incluso los ciudadanos a favor del aborto deberían querer asegurarse de que las mujeres tomen una decisión informada, basada en todos los hechos, y de que cualquier medicamento que consuman sea seguro", afirmaron Anderson y Hall en su comunicado conjunto a CNA.

Christina Francis estuvo de acuerdo, subrayando: "No podemos anteponer el acceso al aborto por encima de la atención y la seguridad de las pacientes."

"Esto debería ser algo en lo que todos podamos coincidir y unirnos", concluyó.

 

Autor: Tyler Arnold

Fuente: Aciprensa

30 de abril de 2025
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