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El horror no se detiene en Gaza: Israel destruye el centro de Cáritas en Deir al-Balah

La organización Cáritas Jerusalén denunció que su principal centro de ayuda humanitaria en el sur de la Franja de Gaza fue destruido por tropas israelíes. Ubicado en la zona de Deir al-Balah, el centro fue arrasado por tanques y excavadoras, según informó el personal local de la organización católica. “Tanques y excavadoras israelíes arrasaron toda la zona, incluyendo árboles, edificios y la infraestructura circundante”, indicó Cáritas en un comunicado. Aunque el centro ya no estaba operativo desde hacía una semana, el daño estructural lo dejó completamente inutilizado.

 

De zona segura a blanco militar

Durante meses, el centro de Cáritas en Deir al-Balah fue considerado un espacio seguro en medio del conflicto. Allí se ofrecía atención médica básica, apoyo psicológico para madres e hijos, vacunación contra la polio y rehabilitación para personas con discapacidad. Alrededor de 200 personas recibían atención diaria.

Sin embargo, una semana antes de su destrucción, el ejército israelí anunció bombardeos sobre el sur y este de la ciudad, ordenando la evacuación. El personal de Cáritas, anticipando el riesgo, trasladó insumos médicos al campamento de Al-Nuseirat. Al menos 50.000 civiles también huyeron de la zona.

 

Sin comida ni medicamentos: el colapso humanitario del personal

La situación humanitaria ha alcanzado niveles críticos. El subdiácono Anton Asfar, director de Cáritas Jerusalén, relató una escena conmovedora: un bebé llorando sin consuelo en una sala de espera no lo hacía por dolor ni miedo, sino por hambre.

Antes podíamos darle algo de la comida del personal. Ahora no queda nada. Nuestro equipo sobrevive con agua, sal y té”, lamentó Asfar.

La denuncia se suma al pronunciamiento conjunto de 111 organizaciones no gubernamentales, entre ellas Caritas Internationalis, CIDSE y Pax Christi, que acusan a Israel de provocar una hambruna mediante el asedio a Gaza.

 

Ayuda insuficiente: la crítica de las ONGs a los gestos “simbólicos”

Frente al escándalo internacional por la crisis alimentaria, el gobierno de Israel anunció esta semana que permitirá lanzamientos aéreos de ayuda humanitaria por parte de terceros países, como Jordania y Emiratos Árabes Unidos. No obstante, las organizaciones humanitarias consideran esta medida insuficiente.

Estos gestos simbólicos no sustituyen las obligaciones legales y morales de los Estados de proteger a la población civil palestina”, advierten en un comunicado.

 

"Es un pecado que clama al cielo": el testimonio del párroco Gabriel Romanelli

El sacerdote argentino Gabriel Romanelli, misionero en Gaza desde hace más de 16 meses, relató al diario italiano Avvenire la gravedad de la situación que vive su comunidad. Herido recientemente por metralla tras un ataque israelí a su parroquia, la única Católica en Gaza, afirma que su estado físico no es grave, pero la situación general sí lo es.

Lo grave, gravísimo, es lo que está viviendo Gaza. Es un pecado que clama al Cielo”, expresó Romanelli, quien alberga a casi 500 personas en su iglesia, ahora convertida en refugio.

La explosión destruyó una pared de hormigón armado de dos metros y causó una lluvia de fragmentos de metal y escombros. Gracias a las precauciones tomadas, muchos niños no estaban en el patio durante el ataque. Aun así, tres personas murieron y otras 15 resultaron heridas.

 

Vocaciones truncadas por la guerra: Suhail, un joven líder herido

Entre los heridos más graves está Suhail abu Dawod, joven postulante al Instituto del Verbo Encarnado. Con solo 18 años, no pudo viajar a Italia para ingresar al noviciado debido al estallido del conflicto en octubre de 2023. En Gaza, se convirtió en un referente para niños y adolescentes, liderando actividades comunitarias y el coro parroquial.

Estaba ayudándome a dar la comunión cuando ocurrió la explosión. Fue alcanzado por la metralla, al igual que yo y el padre Yusuf Assad”, relató Romanelli.

Otro de los heridos graves es Najeeb Tarasi, de 35 años, discapacitado y usuario de silla de ruedas, comprometido también con la vida de la comunidad.

 

Una comunidad sitiada, pero no vencida

Mientras Gaza se desangra entre bombardeos, escasez de comida y el colapso de sus centros de atención, organizaciones humanitarias y comunidades religiosas resisten con lo poco que les queda. El ataque al centro de Cáritas y la parroquia de Gaza no solo representan un golpe material, sino también simbólico: son espacios que brindaban consuelo, cuidados y humanidad en medio del horror.

Las voces desde el terreno, como la del padre Romanelli y el equipo de Cáritas, siguen clamando por una intervención real, urgente y sostenida de la comunidad internacional, más allá de gestos aislados. Porque mientras la ayuda no llega, la población civil continúa muriendo sin ayuda médica, de hambre, y olvido.

El horror no se detiene en Gaza: Israel destruye el centro de Cáritas en Deir al-Balah
El Cristiano 29 de julio de 2025
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