En los últimos meses, la ideología woke ha experimentado un notable retroceso en su intento por dominar la opinión pública. Este fenómeno se ha visto reflejado entre otras, en las declaraciones y decisiones de figuras influyentes como Mark Zuckerberg de META y el CEO de Disney, quienes han comenzado a distanciarse de las narrativas woke que antes promovían. A su vez, varios bancos y empresas que anteriormente auspiciaban esta ideología han reconsiderado su postura, lo que indica un cambio significativo en el panorama cultural y empresarial.
Pero, ¿Qué es la ideología woke?
La ideología de género, que llegó antes y encendió en el hemisferio norte las ideas llamadas woke, promueve la idea de que el género es una construcción social, y deriva en grandes excesos que se busca normalizar; provocando, además, la ruptura de los roles tradicionales en la familia y la sociedad. A través de diversas estrategias, incluyendo la educación, la legislación y el activismo social, busca cambiar las percepciones culturales. En el mismo sentido la ideología woke propone una transformación de la sociedad con la lucha contra diversas formas de “opresión y desigualdad”. Originadas en el contexto del neomarxismo cultural, estas corrientes buscan reemplazar la tradicional lucha de clases por una lucha entre la cultura Occidental en valores cristianos en contraposición con grupos marginados, como las mujeres, las minorías raciales y la comunidad LGBTQ+.
Los defensores de esta ideología sostienen que es fundamental "estar despiertos" (de allí el término en inglés: woke), para confrontar injusticias sociales y ganar nuevos derechos. Sin embargo, el modo violento y autoritario de imponer su ideología mediante la cancelación social de quien no piensa lo mismo, o la censura directa en los medios y las redes, llegando a la exclusión laboral, como en algunos países y hasta universidades, ha suscitado un debate sobre su impacto en la cultura y los valores, con el consecuente hartazgo de la mayoría de los ciudadanos en diversos países al neototalitarismo woke.
La Reacción de los Gigantes Corporativos
Mark Zuckerberg, tras años de apoyo en sus redes sociales al movimiento woke y la ideología de género, ha comenzado a adoptar una postura más neutral en torno a temas controvertidos. Esto se traduce en una moderación de las políticas de contenido en plataformas como Facebook e Instagram, donde antes se censuraban voces críticas hacia el movimiento, actuando como un “comisario político” de lo correcto (woke). Por otro lado, el CEO de Disney ha enfrentado críticas tanto internas como externas por sus decisiones alineadas con la agenda woke, lo que ha llevado a una reevaluación de las estrategias de contenido. Cabe recordar que Disney ha introducido en sus contenidos (incluso los más infantiles) no sólo personajes woke, sino temática incluso satánica, como la serie Little Demon, en Disney+, plagada de rituales, desnudos o sexo explícito y con una trama que la explica textualmente así: “Trece años después de haber quedado embarazada de Satanás, una madre y su hija Anticristo intentan vivir una vida ordinaria pero continuamente son frustrados por fuerzas demoníacas, incluso Satanás, que desea la custodia del alma de su hija”.
Hoy finalmente, y con desastrosos números en la taquilla, entendieron que ni los padres ni los niños demandan un contenido ajeno o contrario a su realidad familiar, la mayoría no desean ver personajes transgénero, homosexuales o a la hija de Satanás. Este cambio no es aislado. Varias empresas y bancos han comenzado a retirar su apoyo a iniciativas que promueven la ideología woke, reconociendo que estas políticas pueden alienar a una parte significativa del público. La creciente resistencia a la cultura woke refleja un deseo por parte de muchos consumidores de regresar a los valores que construyeron Occidente, esos que universalmente fueron aceptados desde la Doctrina cristiana, alejándose de las divisiones identitarias que impone este movimiento totalitario.
La Resistencia de Nuevos Líderes
Paralelamente, figuras como Elon Musk han emergido como críticos del movimiento woke. Musk ha utilizado su plataforma para desafiar las narrativas dominantes y promover un enfoque más equilibrado sobre temas sociales. Su postura ha resonado con aquellos que consideran que la ideología woke ha ido demasiado lejos. Además, actores y directores de cine han comenzado a rechazar trabajar en producciones que se alinean con esa agenda. Nuevas productoras están surgiendo, enfocándose en narrativas que resaltan la importancia de la familia y los valores tradicionales occidentales.
Estas iniciativas están ganando popularidad entre audiencias que buscan contenido más inclusivo y representativo de diversas experiencias humanas sin caer en la trampa del activismo extremo. El wokismo y género, apoyado por grandes consorcios económicos y grupos de presión, pudo incluso introducir leyes y conseguir que hasta la ONU apoye estas ideas. Pero la reacción de espacios políticos conservadores están ganando adeptos, y la tendencia social misma muestra un claro hartazgo con las políticas woke.
Las elecciones en varios países hablaron, y esta agenda ideológica está diluyéndose frente a los problemas reales de la gente, que se agigantaron con sus imposiciones y la cultura de la cancelación que generaron, con comisarios políticos que decidían lo socialmente correcto. Ojalá Occidente regrese a los valores de la vida, la familia y el respeto al prójimo, que forjó el cristianismo y lo hizo grande.
El Retroceso de la Ideología Woke en la Opinión Pública: Un Análisis Actual