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Hipersexualización en los medios: ¿Información o banalización de la intimidad?

En la actualidad, los medios de comunicación desempeñan un papel determinante en la formación de opiniones y comportamientos sociales, y la promoción desmedida de temas sexuales en redes sociales y medios de comunicación ha generado una serie de repercusiones preocupantes. La divulgación incesante de contenido relacionado con prácticas sexuales, juguetes eróticos y estilos de vida sexualmente liberales, a menudo presentada sin pudor ni una adecuada contextualización, ha llevado a una hipersexualización de los jóvenes. Esta realidad no solo trivializa la sexualidad, sino que también propaga un enfoque desvirtuado sobre lo que implica el respeto y la responsabilidad en las relaciones interpersonales, acorde a las convicciones de la sociedad argentina.


La Transgresión Sexual como Noticia.


Se publican notas donde en base a informes normalmente de otras latitudes, intentan normalizar en nuestra comunidad ideas y costumbres o prácticas foráneas, como si ya esto también ocurriera aquí, cuando en realidad están introduciéndolas. Donde los adolescentes son los más desprevenidos en su lectura. Y ya sabemos que la curiosidad mató al gato…


La exposición constante a imágenes y mensajes que glorifican la sexualidad desenfrenada está creando un ambiente en el que los jóvenes pueden experimentar confusión acerca de sus propios valores y límites. Este fenómeno, lejos de promover una educación efectiva en el ámbito de la sexualidad, tiende a fomentar la idea de que el sexo es una actividad sin consecuencias emocionales o sociales. Las redes sociales y la publicación de estas “notas periodísticas” de dudoso valor social, a menudo presentan relaciones superficiales y efímeras como ideales, contribuyendo a una disminución en el respeto hacia el otro y a la desvalorización del compromiso afectivo. La búsqueda del placer por el placer mismo se plantea como algo normal, positivo y “bueno”.


Las Consecuencias de Modas Impuestas desde Los Medios


Como consecuencia de esta cultura de hipersexualización, se observa un incremento significativo en casos de ausencia de responsabilidad en las relaciones, lo que a menudo se traduce en separaciones dolorosas, embarazos no deseados y un alarmante aumento en las cifras de aborto. Esas consideraciones y datos, por supuesto, los medios en general no los publican. ¿Por ideología o corrección política? 


Los jóvenes, al no tener una formación sólida en valores que promuevan la responsabilidad afectiva y el respeto, se adentran prácticas que terminan en amaneceres luctuosos, inclusive. En esta época de vacaciones, el exceso es moneda corriente, y son, no pocas veces, resultado de las muchas “gotas” de hipersexualización que, desde los medios, rebalsaron el vaso.


Cada día asistimos en las pantallas, como una telenovela interminable, a los escándalos sexuales, y a hechos policiales o judiciales, derivados. Pero mucho más, vemos los resultados de esta “educación sexual” en las tristes estadísticas sociales que señalan la creciente disgregación social, que afecta el desarrollo individual de los jóvenes, principalmente, y que también impacta negativamente en las dinámicas familiares y sociales.


La falta de un marco ético que enfatice la importancia de la responsabilidad en la sexualidad provoca que muchos adolescentes y jóvenes no reconozcan las implicancias que conllevan sus decisiones. Esto puede llevar a prácticas de riesgo, incluso, poniendo en peligro su salud física y emocional. Una “inocente” nota sobre juguetes sexuales, o una práctica ”prohibida”, o sobre las “tendencias” sexuales en vaya a saber qué lugares del mundo, en base a reportes, pueden derivar en problemas psíquicos o incluso físicos. Pero sin dudas, van mellando los valores familiares del respeto del prójimo y uno mismo.


La Sociedad Organizada Puede Revertirlo


Frente a esta problemática, es imperativo que tanto padres como educadores y líderes comunitarios, incluso los gobiernos, trabajen juntos para guiar a los jóvenes hacia un entendimiento más equilibrado de su sexualidad. Y por supuesto, que los editores de ciertos medios actúen con responsabilidad social, dejando la trasgresión y la imposición ideológica.


La idea de transgredir es bien vista hoy, dicen. Escribir sobre lo tabú es correcto; y promocionar los valores pasó a ser tabú, paradójicamente, en ciertas redacciones. ¿No será tiempo de fomentar temáticas sobre los desafíos y responsabilidades de los jóvenes en su vida y el futuro de la sociedad? También en temas sexuales, por supuesto. En EEUU y Europa ya lo están haciendo algunos medios e influencers, marcando un cambio de época que de a poco es tendencia.


¿Veremos medios verdaderamente trasgresores que se sumen a construir una sociedad más responsable y afectiva?

Hipersexualización en los medios: ¿Información o banalización de la intimidad?
El Cristiano 24 de enero de 2025
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