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No es broma: “Diplomatura en entrenamiento de gatos” de la UBA

Una universidad histórica, que profundiza su desconexión con la realidad

La Universidad de Buenos Aires, otrora faro del pensamiento científico y humanista en América Latina, lanzó una propuesta académica que sorprendió y, para muchos, indignó: una Diplomatura en Entrenamiento Felino. Lo que parece un sketch de comedia universitaria, es real. La alta casa de estudios ofrecerá desde junio de 2025 un curso oficial donde la presencia activa del gato es obligatoria para poder participar de ciertas clases.

Entrenamiento obligatorio… para el gato

El curso, dictado por la Facultad de Ciencias Veterinarias, se desarrollará de manera virtual y está dirigido al público general. Los requisitos: ser mayor de 18 años, tener secundario completo, acceso a internet… y, por supuesto, convivir con un gato de al menos un año, con certificado veterinario al día. El felino deberá asistir activamente a módulos donde se lo someterá a técnicas de relajación, manejo de transportadoras y hasta "obediencia básica".

¿Esto es lo que la UBA prioriza como oferta educativa?

Con siete módulos sobre personalidad felina, estrés, comunicación, bienestar y comportamiento social, el curso apunta a formar "entrenadores de gatos" para fortalecer el vínculo emocional con la mascota. Todo esto bajo el argumento de que los gatos son “seres sintientes que toman decisiones” y por tanto merecen un trato acorde. La matrícula cuesta $15.000 y las siete cuotas restantes suman otros $210.000, aunque hay descuentos para estudiantes y docentes.

La universidad que alguna vez fue orgullo nacional

Mientras el país atraviesa una crisis educativa, económica y moral, y la UBA se niega sistemáticamente a ser auditada, aparece esta propuesta como símbolo del extravío institucional. ¿Es este el uso razonable de recursos de una universidad financiada por los contribuyentes? ¿Es esta la agenda académica que necesita el país? ¿Quién define los lineamientos de lo que se enseña en una institución que formó a premios Nobel, jueces, médicos y científicos reconocidos internacionalmente?

Hora de replantearse todo

En lugar de resistirse a la auditoría, la UBA además debe abrir sus puertas a una profunda revisión: ¿quiénes definen los programas? ¿qué intereses están detrás de estas iniciativas? ¿dónde está el compromiso con la excelencia académica?

Esta “diplomatura” no solo avergüenza a sus egresados; también insulta a la inteligencia de los ciudadanos que aún esperan que la universidad pública sea motor de conocimiento verdadero y formación de líderes con pensamiento crítico, no una cueva de improvisados.

Parece una broma de mal gusto, pero es la realidad que nos avergüenza y debemos dejar atrás para siempre.

No es broma: “Diplomatura en entrenamiento de gatos” de la UBA
El Cristiano 29 de mayo de 2025
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