El Jubileo 2025, bajo el lema "Peregrinos de Esperanza", se aproxima como un momento significativo en la vida de la Iglesia. Un domingo por la tarde, mientras un padre y su hijo más pequeño charlaban sobre lo escuchado en la Misa de la mañana, el niño miró a su papá con curiosidad y preguntó:
“Papá, entonces, ¿Qué es el Jubileo del que habló el padre en la parroquia?”.
El padre, que había escuchado al sacerdote y había buscado alguna información llevado por su propio deseo de conocer más, sonrió y le respondió:
“Yo también me lo pregunté, hijo. El Jubileo es un tiempo especial que la Iglesia celebra, hijo. Se establece cada 25 años y es una oportunidad para acercarnos a Dios a través de la oración y la reflexión. La última vez que celebramos fue en 2000, y ahora, en 2025, estamos llamados a experimentar la infinita misericordia del Señor.”
“¿Y por qué es tan importante, papá?” insistió el niño.
“Porque el Jubileo nos invita a renovarnos en la fe. Es un tiempo de perdón, donde podemos dejar atrás nuestros errores y recibir la gracia de Dios” le explicó el padre. “Participar de él también significa ser parte de una comunidad que camina junta en la búsqueda de la paz y la unidad. Es una forma de recordar que estamos todos conectados como hermanos en Cristo. Como lo hacemos con mamá y tus hermanos, en familia”
“¿Qué espera Dios de nosotros durante el Jubileo?” preguntó el niño.
“Dios espera que abramos nuestros corazones, que practiquemos la misericordia y que pongamos en práctica valores como la solidaridad y el servicio hacia los demás,” respondió el padre. “Además, nos ofrece indulgencias, que son formas de recibir su perdón. Al participar, nos unimos más a Jesús y motivamos a otros a hacer lo mismo.”
“¡Qué emocionante, papá! Quiero recibir a Jesús en el Jubileo, entonces!,” exclamó el niño con entusiasmo.
“Así será, hijito. Vamos a comentar esta noche nuestra charla para organizar una peregrinación familiar y así, recibir la Indulgencia Plenaria todos juntos!” le dijo su papá, emocionado.
“Puedo ser yo quien les cuente a todos? Quiero motivarlos como nos pide el Jubileo!”
El padre asintió, contento de que su hijo comprendiera la importancia del Jubileo, un tiempo de esperanza y renovación para todos los cristianos. Participar en él es un acto que fortalece no sólo nuestra fe personal, sino también los lazos de amor y apoyo en las familias y en la comunidad.
Pequeño Diálogo de Padre e Hijo sobre el Jubileo