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Sorpresa: El diario proaborto New York Times denunció a Planned Parenthood.

Mala utilización de los fondos públicos, demandas judiciales, malas condiciones laborales, personal no cualificado, y abortos fallidos. El diario destapa la alfombra y muestra todo lo que nunca publicó de la organización abortista más grande de Occidente.

Denuncias sobre el uso indebido de fondos públicos y mala praxis

El diario The New York Times, conocido por su postura a favor del aborto, publicó el pasado 15 de febrero un informe que expone serias irregularidades en la organización Planned Parenthood. Entre las denuncias destacan el mal uso de fondos públicos, abortos fallidos, condiciones laborales precarias y personal sin la debida capacitación.

El reportaje, titulado "Una atención chapucera y un personal harto: crisis en Planned Parenthood", revela situaciones que han sido señaladas durante años por grupos provida. Sin embargo, su aparición en un medio progresista ha causado sorpresa. Esta publicación ocurre en un contexto de crisis económica para la organización, agravada por la proliferación del aborto químico y las restricciones estatales derivadas de la sentencia Dobbs del Tribunal Supremo en 2022, que anuló el fallo Roe vs. Wade de 1973.

 

Un golpe a la narrativa abortista

Planned Parenthood ha insistido en que el aborto es solo una parte de sus servicios y que su labor se centra en la salud femenina y los "derechos reproductivos" (aborto!). No obstante, la investigación del Times desmiente esta afirmación, revelando que la mayoría de sus recursos, en gran parte provenientes de fondos públicos, se destinan a la práctica del aborto y a su promoción política (lobby) y publicitaria.

Basado en documentos internos, demandas judiciales y más de cincuenta entrevistas con exejecutivos y empleados, el informe señala tres puntos críticos: el despilfarro de subvenciones con fines políticos, condiciones laborales deplorables y la mala calidad del servicio médico ofrecido a las mujeres.

 


En la primera foto, Hillary Clinton con Cecile Richards, CEO de Planned Parenthood hasta 2024. A la derecha, Alexis McGill Johnson, actual CEO de la red de abortorios con Kamala Harris.

 

Uso político de los fondos públicos

Desde la sentencia Dobbs, Planned Parenthood ha recibido 498 millones de dólares del gobierno de Joe Biden y de administraciones demócratas estatales o locales. Sin embargo, casi la totalidad de esos fondos fueron dirigidos a la lucha legal y política por el aborto, en lugar de ser utilizados en la atención médica.

La sede central de la organización distribuyó 899 millones de dólares entre sus filiales en los últimos cinco años (también a la Argentina), pero, según el Times, “ninguno de esos fondos se destinó directamente a servicios médicos”. En su lugar, se usaron millones para apoyar la elección de candidatos pro-aborto. Mientras tanto, los centros afiliados sufrían escasez de suministros médicos, a pesar de solicitar ayuda a la sede.

 

Condiciones laborales deficientes y falta de capacitación

El reportaje también revela un ambiente laboral caótico en Planned Parenthood, desmintiendo la imagen de una organización comprometida con la salud femenina. Entre los problemas denunciados se incluyen:

  • Salarios bajos y retraso en los pagos.
  • Despidos de empleadas por solicitar licencia por maternidad.
  • Represalias contra trabajadores que cuestionaban las prácticas clínicas.
  • Cultura empresarial “tóxica”, con presión para atender más pacientes de los que el personal podía manejar.
  • Falta de experiencia médica: en al menos ocho estados, personal sin formación adecuada realizaba tareas médicas como extracciones de sangre y control de signos vitales.

 

El precio lo pagan las mujeres

Las consecuencias de estos problemas recaen directamente sobre las pacientes. Troy Newman, de Operation Rescue, señala que “los errores en los abortos no son la excepción en Planned Parenthood, sino la norma”.

Casos documentados incluyen mujeres que han sufrido hemorragias severas debido a procedimientos mal realizados y abortos fallidos en los que el bebé, dado por muerto, nació vivo pero murió luego.

Durante años, los grupos provida han denunciado situaciones alarmantes en los centros de Planned Parenthood, incluyendo el frecuente traslado de mujeres en ambulancias a clínicas de emergencia debido a complicaciones graves como hemorragias o lesiones. Ahora, The New York Times confirma muchas de estas acusaciones en su reciente reportaje.

El artículo documenta casos estremecedores, como la colocación incorrecta de dispositivos intrauterinos, que han causado daños severos a las pacientes. Uno de los episodios más impactantes ocurrió en un centro de Planned Parenthood en Albany, donde un aborto mal realizado dejó al bebé dentro del vientre materno. A pesar de que el personal aseguró a la madre que el procedimiento se había completado, el niño llegó a nacer y falleció poco después.

 

Un cambio de rumbo en Occidente

Los hallazgos del Times refuerzan una tendencia creciente en Occidente hacia la defensa de la vida y la familia, así como de los valores cristianos que lo construyeron y lo hizo un faro para el mundo. Políticos como J.D. Vance, vicepresidente de EEUU, un católico comprometido, representan una nueva generación política que busca restaurar esos valores que cimentaron la Civilización Occidental y Cristiana.

Medios de comunicación, como The New York Times, que promueven una agenda pro-aborto, comienzan a exponer verdades incómodas. Este cambio, impulsado por el sentido común y el deseo de justicia, podría ser el inicio de una transformación en la narrativa mediática.

Si la verdad y la razón prevalecen, la defensa de la vida encontrará cada vez más respaldo en la sociedad y en los medios, marcando un camino de esperanza para las futuras generaciones.

Sorpresa: El diario proaborto New York Times denunció a Planned Parenthood.
El Cristiano 26 de febrero de 2025
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