El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) es un programa implementado por el gobierno argentino para atraer capitales extranjeros y promover el crecimiento económico. El RIGI ha sido criticado y aplaudido por la oposición y los sectores cercanos al gobierno respectivamente, pero es importante, de forma objetiva, analizar qué beneficios ofrece a los inversores extranjeros y qué beneficios recibe la Argentina con este régimen, haciendo un análisis, también, de lo que otros países brindan a la inversión internacional, y si el nuevo régimen viene o no a poner en un escalón competitivo al país para fomentar el crecimiento, como la ciudadanía espera después de largos años.
Concretamente el nuevo régimen de incentivos para las grandes inversiones ofrece varios beneficios:
- Estabilidad fiscal: Los inversores que se adhieran al RIGI gozarán de estabilidad fiscal por 30 años, lo que significa que no podrán ser afectados por cambios en la legislación fiscal.
- Incentivos fiscales: El RIGI ofrece incentivos fiscales, como la exención del impuesto a las ganancias y del impuesto al valor agregado.
- Por último, ofrece la protección de la inversión: un régimen que garantiza la seguridad y la estabilidad de la inversión.
Estos puntos, fundamentales para atraer a grandes capitales que buscan oportunidades en el mundo, sí ponen a la Argentina en igualdad de oportunidades con otros países, donde han crecido sostenidamente por años y el trabajo se ha multiplicado. Ejemplo de regímenes similares al RIGI lo han sido aplicados, entre otros países, en Chile, Colombia, Perú y Estados Unidos, para atraer inversiones extranjeras y promover el crecimiento económico, con éxito.
En Chile, precisamente con el Decreto Ley 600, de 1974, que ofreció incentivos a inversionistas extranjeros, como acceso al mercado cambiario formal y la posibilidad de remesar capital sin impuestos a sus países. Este régimen se centró en la industria minera y estuvo vigente durante más de 40 años.
Colombia, con el Decreto 2080 de 2000, estableció condiciones favorables para la inversión extranjera, como la estabilidad de las condiciones de reembolso y la remisión de utilidades, como Chile. Aunque no ofrece invariabilidad tributaria, busca atraer inversiones y promover el crecimiento económico.
En Perú, país donde la minería es fundamental, como en Chile, lo hicieron con la Ley General de Minería del 92, que incluye un régimen de estabilidad tributaria para grandes proyectos mineros, ofreciendo estabilidad fiscal por 15 años. Esto ha permitido atraer inversiones significativas en el sector minero.
Y por caso, Estados Unidos, con la Foreign Investment and National Security Act de 2007 que regula las inversiones extranjeras en el país, con un enfoque en la seguridad nacional; y busca promover la inversión extranjera.
Es importante destacar que cada país ha adaptado estos regímenes a sus necesidades específicas y ha obtenido resultados variados. Su efectividad depende de factores como la estabilidad política, la infraestructura y la capacidad para atraer y retener inversiones.
Inversiones concretas
Desde su implementación, el RIGI ha atraído varias inversiones concretas desde el exterior, como principalmente en infraestructura (construcción de autopistas y ampliación de puertos); inversiones en energía (construcción de centrales eléctricas y explotación de recursos energéticos); y diversas inversiones en agricultura (grano y cría de ganado).
Entre las empresas internacionales que han ingresado a la Argentina en 2025 con los beneficios del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) están:
- Río Tinto: adquirió Arcadium Lithium por US$6.600 millones.
- Galan Lithium: invertirá US$200 millones para producir cloruro de litio en el salar Hombre Muerto, Catamarca.
- Posco: invertirá US$1.000 millones para ampliar la capacidad de la planta en Salta.
- AISA Group: presentó un plan de inversión por US$1.000 millones para explorar y explotar oro en la mina Gualcamayo, San Juan.
- VMOS: integrada por siete petroleras, invertirá US$3.000 millones en la obra del oleoducto Vaca Muerta Sur.
- Southern Energy: presentó al RIGI el proyecto para instalar una barcaza en el Golfo de San Matías, Río Negro, para licuar y exportar el gas de Vaca Muerta, con una inversión estimada en US$2.900 millones.
- Sidersa: instalará una planta siderúrgica de última generación en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, por US$300 millones.
- PCR y Acindar: construirán un parque eólico en Olavarría de 180 megawatts, por US$255 millones.
- YPF Luz: construirá el parque solar fotovoltaico “El Quemado” en Mendoza, por US$220 millones.
Perspectivas para 2025
La perspectiva para este año y subsiguientes es positiva, ya que el RIGI ha demostrado ser un programa efectivo para atraer inversiones extranjeras y promover el crecimiento económico (más de 15.000 millones de dólares en 2024). Sin embargo, es importante destacar que la implementación del RIGI ha sido criticada por algunos sectores de la economía y la política, que argumentan que el programa beneficia principalmente a las grandes empresas y no a las pequeñas y medianas empresas.
La Argentina logró una cierta estabilidad y bajó su inflación, y los indicadores prevén un año similar al 2024; las consultoras especializadas nacionales e internacionales también. Un año en el que proseguirá el crecimiento, aunque más mesurado. Las inversiones genuinas de divisas para la generación de empleo y crecimiento van en el mismo sentido, y está claro que existe un interés creciente en invertir en Argentina.
De los argentinos depende de no repetir errores. Y seguir sumando medidas para que las pymes, principales generadoras de trabajo, también tengan su régimen de incentivos. No por nada el gobierno señaló que la “plata del colchón” de los argentinos es tan importante que sea invertida, como las que desde el exterior están llegando.
El índice de pobreza y desempleo, que está en baja, exige sigamos por la senda del crecimiento. En un año electoral es menester que cuidemos la unidad como Nación privilegiándola sobre la política pequeña, que sólo busca dividir para beneficio de un sector. El Bien Común, objetivo de la política, tiene que ser el único fin de todos. Si lo hacemos las inversiones seguirán llegando para bien de los argentinos.
El RIGI y Grandes Inversiones en Argentina: ¿Más trabajo e ingresos para el país?