Ir al contenido

¿2025 será el Año del Crecimiento?

El 2024 cerró con logros significativos en materia económica, producto de una reducción drástica del gasto público y la eliminación de los déficits crónicos. Sin embargo, para que el 2025 marque el verdadero despegue, no basta con el ajuste. Es imperativo avanzar hacia un ordenamiento del Estado, mejorando la calidad de los servicios públicos, eliminando regulaciones innecesarias y reduciendo impuestos distorsivos.
Las metas son ambiciosas y los desafíos, numerosos. Además, el escenario político se verá condicionado por las elecciones de medio término, lo que podría dificultar la implementación de reformas estructurales. En este contexto, la clave para el gobierno sería equilibrar la economía con la estrategia electoral.

 

Elecciones y el Desafío de Gobernar en Minoría

El oficialismo enfrentará negociaciones en el Congreso aún más complejas que las del 2024. El gobierno de Javier Milei deberá encontrar el modo de sostener su programa de reformas con una base parlamentaria limitada y con una oposición que, lejos de facilitar consensos, podría endurecer su postura.

Las elecciones de octubre serán un punto de inflexión. Por un lado, la necesidad de sostener la desinflación y consolidar la recuperación del ingreso y la producción serán prioridades para llegar fortalecido a las urnas. Pero, por otro lado, el gobierno deberá evitar caer en el inmovilismo de postergar reformas hasta después de los comicios, o en el simplismo de minimizar los desafíos que las elecciones imponen a la gobernabilidad.

Lograr una combinación entre continuidad económica y estrategia política requerirá pericia. La administración Milei tendrá que evitar que la incertidumbre electoral paralice las reformas clave, pero también deberá actuar con cautela para no generar costos políticos innecesarios. Y no cometer mas fallidos como los de Libra, que deterioran la imagen del gobierno en los mercados, en referencia al tema económico, que nos ocupa.

 

Competitividad y Desafíos del Sector Productivo

Uno de los puntos más urgentes para el 2025 es atender los problemas de competitividad que afectan a diversos sectores productivos. La apreciación cambiaria, sumada a un contexto internacional incierto, podría generar presiones adicionales sobre la economía argentina.

La solución estructural pasa por eliminar impuestos distorsivos, reducir trabas burocráticas y mejorar la calidad del gasto público. Sin embargo, estas reformas no serán fáciles de implementar, ya que requieren vencer inercias e intereses profundamente arraigados. La tarea demanda audacia, innovación y firmeza política para impulsar cambios que beneficien la competitividad sin poner en riesgo la estabilidad macroeconómica. ¿Es posible? El Gobierno en 2024 demostró que puede hacerlo, y tiene el apoyo de la ciudadanía y parte del arco opositor moderado, que apoya.

 

El Federalismo Como Clave para la Reforma

La superposición de funciones y potestades tributarias entre Nación, provincias y municipios genera distorsiones que afectan el desarrollo económico.

Si bien cada nivel de gobierno puede mejorar su gestión de manera independiente, las soluciones más profundas requieren una coordinación efectiva entre las jurisdicciones. Sin este ordenamiento, los avances en un ámbito pueden verse neutralizados por retrocesos en otros.

Un ejemplo claro es el aumento de impuestos provinciales y municipales, que muchas veces terminan absorbiendo los beneficios de reducciones impositivas a nivel nacional. La reciente rebaja en los Derechos de Exportación es un caso ilustrativo: mientras que para los productores representó un alivio, para el Estado Nacional implicó un esfuerzo fiscal considerable, y para las provincias significó un incremento inesperado en la recaudación por impuestos coparticipables y tributos propios.

La experiencia demuestra que una acción coordinada entre los distintos niveles de gobierno permitiría avanzar de manera más consistente y audaz en la eliminación de tributos distorsivos, fomentando un sistema más equitativo y eficiente.


2025: ¿Un Año Decisivo?

Este año podría marcar el inicio del verdadero despegue de Argentina, pero para ello es fundamental sostener el proceso de reformas a pesar de las dificultades políticas. Y por supuesto, evitar todo conflicto como el “Libragate” (que hasta el momento no sabemos cómo termina). La gestión Milei enfrentará el desafío de compatibilizar la estabilidad macroeconómica con un entorno electoral complejo, en el que la oposición seguramente endurecerá su postura y dificultar la aprobación de nuevas iniciativas.

Más allá de los números fiscales, el éxito del gobierno dependerá de su capacidad para mejorar la calidad de los servicios públicos, reducir la carga impositiva y eliminar regulaciones innecesarias. La clave estará en avanzar con reformas estructurales sin que el calendario electoral se convierta en un freno.

Si, además, el oficialismo logra ampliar su representación en el Congreso, podría facilitar la aprobación de medidas clave para el crecimiento económico. Un mayor consenso podría abrir la puerta a un acuerdo de coordinación fiscal entre la Nación y las provincias, fundamental para ordenar el federalismo y mejorar la eficiencia del Estado.

El 2025 podría ser el año del despegue, pero todo dependerá de la habilidad del gobierno para navegar un escenario político desafiante sin perder de vista la necesidad de reformas profundas. La combinación de audacia y pragmatismo será determinante para consolidar el camino hacia una Argentina más estable y competitiva, que permita seguir mejorando los índices de la pobreza y el desempleo, que en definitiva es el resultado que todos esperamos en orden al bien común de la sociedad toda.

¿2025 será el Año del Crecimiento?
El Cristiano 20 de febrero de 2025
Iniciar sesión dejar un comentario
El escándalo de $LIBRA: la criptomoneda que sacudió al gobierno.