Mientras la Iglesia Católica atraviesa un período de sede vacante, las autoridades chinas han tomado medidas para afirmar la autonomía de la Iglesia en China respecto a Roma mediante la "elección" unilateral de dos obispos, incluso en una diócesis ya dirigida por un obispo designado por el Vaticano.
El 28 de abril, el P. Wu Jianlin, vicario general de Shanghái, fue elegido nuevo obispo auxiliar de la ciudad por una asamblea de sacerdotes locales. Al día siguiente, el P. Li Jianlin fue "elegido" obispo de la diócesis de Xinxiang.
Hasta el jueves por la tarde no se había informado si alguno ha sido investido obispo.
Ambos nombramientos se producen cuando el Vaticano se encuentra en un periodo de sede vacante, a causa de la muerte del Papa Francisco, y durante la cual no puede ratificar las nominaciones episcopales. El cónclave para elegir al próximo Pontífice está programado para el 7 de mayo.
Estos nombramientos en China representarán un desafío diplomático inicial para el nuevo Papa.
El nombramiento en Xinxiang es particularmente polémico. El Vaticano ya reconoce al obispo Joseph Zhang Weizhu como obispo legítimo de la diócesis. Nombrado clandestinamente por el Papa Juan Pablo II en 1991, Zhang ha dedicado décadas al ministerio sin la aprobación del Estado chino y ha sido arrestado en múltiples ocasiones.
Fue detenido por última vez en 2021 mientras se recuperaba de una cirugía de cáncer y permanece bajo custodia sin juicio, según un informe de 2024 del Instituto Hudson.
El P. Li Jianlin, obispo electo de la diócesis a ojos de Pekín, tiene un historial de alineamiento con el Partido Comunista. En 2018 firmó una directiva que prohibía a los menores asistir a misa en la provincia de Henan. Su nombramiento es visto por los observadores como un desafío abierto a la autoridad del Vaticano, sobre todo dada la presencia de un obispo en funciones ya nombrado por Roma.
Esta medida pone de relieve la frágil y a menudo opaca relación entre el Vaticano y Pekín. Un acuerdo provisional de 2018 entre ambas partes, renovado recientemente en octubre de 2024, pretende regular el nombramiento de obispos en China mediante un proceso conjunto.
Si bien los términos del acuerdo nunca se han hecho públicos, Asia News informó que, incluso bajo el acuerdo entre el Vaticano y China, Pekín solía presentar un único candidato al Vaticano, elegido por las asambleas del clero afiliadas a la Asociación Patriótica Católica China, que el Papa podía aprobar o rechazar.
En los últimos años, funcionarios del Vaticano han reconocido que Pekín ha violado el acuerdo en múltiples ocasiones.
El obispo Shen Bin, instalado por las autoridades chinas en Shanghái en 2023 sin la aprobación del Vaticano, fue posteriormente reconocido por el Papa Francisco "por el bien de la diócesis", una concesión que generó controversia. El nombramiento de Wu esta semana como obispo auxiliar de Shen parece consolidar el poder de este en Shanghái.
El Vaticano fue criticado durante el pontificado de Francisco por lo que algunos consideran una respuesta silenciada a los abusos de derechos humanos en China, incluyendo el internamiento de musulmanes uigures y el encarcelamiento del activista católico prodemocracia Jimmy Lai en Hong Kong.
Grupos de derechos humanos también han documentado la persecución continua contra el clero católico clandestino, con siete obispos actualmente detenidos sin juicio.
El 1 de mayo entraron en vigor nuevas restricciones del Frente Unido de China que prohíben al clero extranjero presidir actividades religiosas para el pueblo chino sin la invitación del gobierno, lo que limita severamente la actividad misionera extranjera en el país.
Mientras tanto, las instituciones "católicas" estatales en China apenas reconocieron la muerte del Papa Francisco.
La Asociación Católica Patriótica la mencionó de pasada en su sitio web, mientras que se dio mayor relevancia al 76.º aniversario de la victoria comunista en Nanjing. El 23 de abril, los católicos de Nanjing se reunieron para honrar a los soldados caídos del Ejército Popular de Liberación, sin que se mencionara al difunto Pontífice en el evento, según el blog Bitter Winter.
A medida que se acerca el cónclave, la forma en que el nuevo Papa gestione la compleja relación con Pekín y responda a los nombramientos episcopales realizados sin Roma probablemente definirá la siguiente fase de la diplomacia vaticana con China.
Fuentes: ACI PRENSA / CNA