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El escándalo siguiente a la Ficha Sucia que permitió el senado kirchnerista

 ¿Qué pasó en el Senado?

Hasta horas antes de la votación, todo indicaba que el proyecto de Ficha Limpia sería aprobado por un margen ajustado. Incluso los senadores de Misiones –cuyo espacio político responde a Carlos Rovira– habían justificado éticamente la única posibilidad que tenían ante la ciudadanía: su voto afirmativo. Pero algo los hizo cambiar esos valores que decían tener. Y votar junto a sus colegas de partido por la impunidad.

El giro inesperado de estos legisladores dejó al descubierto algo más profundo: no solo se volteó una ley clave para la transparencia, sino que se puso en duda la integridad de quienes ocupan bancas en la Cámara Alta. ¿Qué clase de representantes cambian de parecer según quién los llame? Más allá del debate técnico o estratégico, muchos argentinos sienten que el honorable Senado, con contadas excepciones, dejó de serlo.

En tiempos electorales ¿todo vale?

La votación ocurrió a días de las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires, adelantadas por decisión de Jorge Macri. Aunque tanto el PRO como La Libertad Avanza votaron a favor del proyecto, apenas se conoció el resultado, comenzaron los pases de factura cruzados. Como si el enemigo fuera el propio aliado. ¿O fue una jugada doble que le salió al kirchnerismo incluso sin el conocimiento de su mayoría, que ya avecinaban la derrota? Sorpresa.

El gran beneficiado: Cristina y todos los precandidatos que pasaron por la Justicia y fueron condenados, y aún así quieren (y pueden) ser elegidos por ciudadanos que no les importa la ficha sucia del personaje en cuestión. Recordemos que en otros países tampoco existe esta ley …porque nadie en su sano juicio votaría a delincuentes condenados.

El ganador inesperado, entonces, el kirchnerismo. No solo logró frenar Ficha Limpia –ley que hubiera incomodado, como decimos, a varios de sus referentes judicialmente comprometidos– sino que también consiguió sembrar división en la oposición. ¿Fue una jugada calculada o una coincidencia fortuita? Difícil saberlo. Aunque sorprende la audacia: Rovira incluso afirmó públicamente que Milei lo llamó para pedirle el voto en contra. Una declaración que pocos creyeron. ¿Habrá pruebas para presentar en la Justicia sobre esto? Recordemos que en Argentina todo se judicializa…

“Una operación clara y ridícula”

Por otro lado el jefe de Gabinete Guillermo Francos no tardó en responder. En diálogo con Radio Rivadavia, calificó de “ridícula” la versión que hablaba de un acuerdo entre Milei y Rovira. “Es una operación clara. El Presidente no tiene contacto con Rovira. Ni siquiera tiene su teléfono”, afirmó tajante. “Se lo pregunté al Presidente y me dijo: ‘No hablé nunca con Rovira’. Con lo cual, eso es una falsedad total”, finalizó. Mientras, el periodismo lanza nuevas razones para el cambio de los votos de los dos misioneros: un acuerdo por el cripto escándalo, o incluso la preferencia de Milei a imitar la fallida estrategia de Macri: dejar “viva” a CFK y ganarle en las urnas…

La política sigue caminado por el precipicio.

En medio de todo esto, los candidatos del PRO, como Lospenatto, se lamentan del resultado, que hubiera sido, según sus cálculos, un gol propio (tiene un proyecto presentado por el tema también, aunque no se lo trató), pero ahora apuntaron sus cañones a LLA, buscando capitalizar también electoralmente el escándalo, ante las encuestas que los dan terceros cómodos.

Los de la Libertad Avanza señalan al PRO como instigadores de dudas sobre Milei. Y el periodismo calienta la olla, sólo interesada en el raiting y los intereses ideológicos que defienden. El peronismo disfruta el momento. Cristina también. Y hasta se animan a buscar la unidad para las próximas elecciones en la Provincia de Buenos Aires, tomando ejemplo de lo que el PRO y LLA no saben hacer: Unir voluntades para ganar una elección.

La Ficha Limpia que no salió… y la democracia que se mancha.

El trasfondo de esta polémica es la frustración de una ciudadanía que reclama mayor transparencia. El proyecto de Ficha Limpia –que prohibía ser candidato a quienes tienen condena por corrupción– fue rechazado por un solo voto. Y no podrá volver a tratarse hasta 2026.

En este contexto, solo quedan dos caminos posibles para que prevalezca la ética: o el Gobierno convoca a un plebiscito vinculante (y despeja toda duda sobre un acuerdo con CFK), o el pueblo expresa su decisión con claridad en las próximas elecciones. Porque no se trata solo de una ley. Se trata del alma misma de los valores que defiende nuestra democracia.

El escándalo siguiente a la Ficha Sucia que permitió el senado kirchnerista
El Cristiano 12 de mayo de 2025
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