Un decreto que suprime beneficios exclusivos
El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció este miércoles que el Gobierno eliminará por decreto la jornada no laborable correspondiente al Día del Empleado Público, medida que se oficializará en las próximas horas a través del Boletín Oficial. La decisión se enmarca en la política de recorte de privilegios y en la visión de un Estado más austero y orientado al servicio.
“El Estado no es un lugar en el que debe ser posible tomarse un día sabático, ni gozar de cualquier otro privilegio que el trabajador del sector privado no tiene”, señaló Adorni durante su habitual conferencia de prensa.
Un mensaje político sobre la función pública
El portavoz explicó que esta decisión busca poner al Estado en sintonía con una cultura del trabajo donde los empleados públicos estén al servicio de los ciudadanos y no por encima de ellos.
“Trabajar en el Estado es un servicio para atender al ciudadano que todos los días se esfuerza por llevar un plato de comida a su familia”, remarcó.
Desde esta perspectiva, el Gobierno considera que los días no laborables específicos para el sector público representan un privilegio innecesario y costoso, ya que son pagados con los recursos de los contribuyentes.
Fin de una era de estatismo, según el Gobierno
Adorni también apuntó contra la tradición de privilegios del empleo público, a la que calificó como parte de una etapa ya superada.
“La Argentina que rendía culto al estatismo y al sector público en detrimento del privado es cosa del pasado”, afirmó.
Esta medida se suma a otras decisiones similares del Ejecutivo, como la reducción de cargos políticos, la revisión de convenios colectivos del Estado y el impulso de reformas estructurales en la administración pública.
Una medida que despierta debate
La eliminación del feriado seguramente será bien recibida por sectores que reclaman equidad entre el trabajo público y privado, aunque también genera malestar entre los trabajadores estatales y sindicatos que consideran ese día como un reconocimiento simbólico.
La pregunta queda planteada:
¿Debe el empleo público gozar de beneficios que el sector privado no tiene?
En un país con urgencias económicas, altos niveles de pobreza y demanda creciente de eficiencia estatal, el debate sobre el rol y el tamaño del Estado vuelve a estar sobre la mesa.
¿Y vos, qué opinás?