Un desempate vergonzoso al rumbo institucional
En una sesión tensa y marcada por el oportunismo político, el Senado de la provincia de Buenos Aires aprobó por desempate un proyecto que habilita la reelección indefinida de senadores, diputados, concejales y consejeros escolares. La votación, que terminó 22 a 22, fue definida por la vicegobernadora Verónica Magario, quien con su voto a favor sentenció:
“Mi voto es positivo. Así que la ley tiene media sanción”.
La medida, promovida por sectores del kirchnerismo, revierte el límite de dos mandatos establecido por una ley de 2016 durante la gestión de María Eugenia Vidal, que buscaba cortar con la perpetuación de cargos públicos y fomentar la renovación democrática.
La reelección vuelve, pero no para todos
El proyecto aún debe pasar por la Cámara de Diputados, pero ya generó fuerte rechazo social y político. La nueva norma excluye a los intendentes, lo que muchos interpretan como un gesto de equilibrio interno entre el kirchnerismo y el entorno del gobernador Axel Kicillof, en medio de rumores sobre la suspensión de las PASO.
De los 21 senadores peronistas, 19 votaron afirmativamente. A ellos se sumaron dos votos clave: uno del libertario Carlos Kikuchi y otro de Marcelo Daletto, del espacio de Emilio Monzó. Esta alianza inesperada reflejó una trama subterránea de intereses comunes entre dirigentes que desean mantener su lugar en el poder sin fecha de vencimiento.
Las voces de la oposición: “Esto es privilegio, no democracia”
Los votos negativos provinieron principalmente del PRO, la UCR y parte de La Libertad Avanza, con discursos enérgicos. El radical Agustín Maspoli resumió el malestar:
“La provincia tiene urgencias en salud, educación y seguridad. No es el momento de discutir beneficios personales”.
Dentro del propio oficialismo hubo disidencias. Sofía Vanelli, del Frente Renovador, defendió la postura histórica de Sergio Massa y votó en contra. También se opuso el senador Federico Fagioli, del espacio de Juan Grabois, manteniendo su coherencia en contra del proyecto.
Un paso atrás para la democracia
El empate técnico fue posibilitado por la abstención de la senadora libertaria Silvana Ventura, lo que obligó a Magario a intervenir. Su indefinición generó duras críticas incluso dentro de su espacio, que denuncia esta ley como una traición a los principios de renovación política.
Con esta media sanción, el peronismo bonaerense se asegura un blindaje electoral y una Legislatura cada vez menos representativa. En vez de servir al pueblo, muchos legisladores prefieren legislar para sí mismos, instalando la idea de que el cargo público es una herencia más que un mandato ciudadano.
El desafío del pueblo: votar con conciencia
Mientras miles de bonaerenses enfrentan una crisis sanitaria, educativa y de seguridad, sus representantes impulsan leyes que fortalecen privilegios y debilitan la república.
Las malas prácticas políticas siguen vivas. Depende del pueblo erradicarlas con responsabilidad, con sentido común… y con el voto.
Sepa el pueblo votar.