La jornada electoral del domingo dejó un mensaje claro: sin liderazgos fuertes y acuerdos sólidos, los resultados son limitados. Mientras los oficialismos locales consolidaron poder, el kirchnerismo pierde presencia y La Libertad Avanza crece, pero con matices.
Una regla que persiste: los oficialismos ganan
Este domingo electoral marcó el inicio del calendario provincial hacia las elecciones nacionales de octubre y dejó una primera enseñanza contundente: los oficialismos provinciales siguen siendo fuertes. A pesar del desgaste que pueda generar el gobierno nacional y de las internas que tensan los partidos, los gobernadores y líderes territoriales lograron sostener sus posiciones. Casos como Gustavo Sáenz en Salta, Leandro Zdero en Chaco, Carlos Sadir en Jujuy y Claudio Poggi en San Luis así lo confirman.
No se trata de una novedad. En la política argentina, es habitual que los oficialismos locales conserven poder si no atraviesan una crisis institucional profunda. Esta tendencia se mantuvo incluso con la presión de las estructuras nacionales y con el empuje electoral de La Libertad Avanza (LLA), que logró resultados importantes pero todavía no decisivos.
Sin acuerdos, no hay grandes triunfos
La segunda gran lección del domingo es que los acuerdos políticos son clave. Donde hubo entendimientos, como en Chaco entre el radicalismo y los libertarios, el resultado fue una victoria clara. Pero en distritos donde primaron las disputas internas o el individualismo, el triunfo fue parcial o esquivo.
El caso de la Ciudad de Buenos Aires, donde LLA busca disputarle el poder a Jorge Macri sin alianzas claras, es una muestra de este dilema que también se ve reflejado en la provincia de Buenos Aires. La falta de consensos o los pareceres de los dirigentes (Macri y Karina Milei, principalmente) limitan los acuerdos que hace un años se veían como posibles.
El kirchnerismo, cada vez más relegado
Otro dato relevante de la jornada es la pérdida de terreno del kirchnerismo. En provincias como Salta, Chaco y San Luis, los espacios alineados con Cristina Fernández de Kirchner no lograron insertarse ni consolidarse como alternativa. En algunos casos ni siquiera consiguieron bancas, como en Salta, lo que profundiza la sensación de fin de ciclo político.
Esto obliga a repensar estrategias, incluso dentro de La Libertad Avanza. Muchos se preguntan si mantener a CFK como antagonista principal sigue siendo rentable políticamente. Los hechos, como el fracaso de la ley Ficha Limpia en el Senado, parecen indicar lo contrario.
Salta: hegemonía oficialista y triunfo libertario en la capital
En Salta, la elección mostró una doble lectura. A nivel provincial, el gobernador Gustavo Sáenz logró una victoria cómoda: obtuvo 11 de las 12 bancas en juego para el Senado y 20 de las 30 de la Cámara Baja. Esto le asegura mayoría especial en la Legislatura.
Sin embargo, en la capital provincial —donde se concentra el 41% del electorado— LLA fue la fuerza más votada, con un 35%, superando por cinco puntos a la alianza oficialista. En el resto de la provincia, los libertarios quedaron segundos, lo que les permitió ingresar una banca en el Senado y nueve en Diputados. El justicialismo, intervenido por CFK, quedó fuera de juego.
Chaco: el acuerdo UCR-LLA dio frutos
En Chaco, la alianza Chaco Puede + La Libertad Avanza, encabezada por el gobernador Leandro Zdero, se impuso con el 45,2% de los votos, superando por más de 10 puntos al Frente Chaco Merece Más de Jorge Capitanich. El histórico mandatario peronista reconoció la derrota, acusando una campaña agresiva en su contra.
Este triunfo fue presentado por los libertarios como una victoria estratégica. Pero el componente decisivo fue la alianza con el radicalismo, que permitió reunir fuerzas y garantizar gobernabilidad.
Jujuy: continuidad radical y ascenso libertario
En Jujuy, el oficialismo de Carlos Sadir (Jujuy Crece) logró más del 38% de los votos, duplicando a La Libertad Avanza, que obtuvo el 20%. El justicialismo, una vez más, quedó relegado con menos del 11%, reflejo de su fragmentación.
La Libertad Avanza logró instalarse como fuerza opositora, consiguiendo sus primeras bancas en la provincia. Aun así, la hegemonía radical quedó ratificada, reflejando una administración con buena imagen en el norte del país.
San Luis: Poggi arrasa, el peronismo se desinfla
San Luis vivió una jornada de baja participación en su primera elección legislativa del año. Allí, el oficialismo de Claudio Poggi se consolidó con claridad. Su lista, Ahora San Luis, encabezada por Jorge Videla, logró el 45% de los votos, muy por encima del 26% que obtuvo la candidata de Alberto Rodríguez Saá, Silvia Sosa Araujo.
El peronismo puntano, que no presentó lista nacional propia, sufrió un duro revés: perdió en todos los municipios en disputa y quedó por debajo del libertario Carlos D'Alessandro, que obtuvo apenas un 8,4% de los votos. La victoria fue tan contundente que el oficialismo se quedó con todos los cargos legislativos en juego.
Un tablero político en movimiento
La elección dejó en claro que, más allá del crecimiento de La Libertad Avanza, el liderazgo sin alianzas tiene techo. El voto sigue premiando a los gobiernos locales que ofrecen estabilidad y gestión, mientras que el peronismo kirchnerista, sin renovación ni acuerdos amplios, sigue perdiendo espacio.
El camino hacia octubre se presenta incierto, pero ya hay certezas: los oficialismos siguen en pie, los libertarios avanzan con cautela y el peronismo necesita repensarse. La pregunta de fondo es si los dirigentes sabrán leer el mensaje. La política, orientada más a los intereses partidarios que al bien común es la moneda corriente hace años, y hoy sigue prevaleciendo, a pesar que la sociedad está demostrando en las urnas que ya nada es lo mismo. El ciudadano va a dar la respuesta. El pedido de un plebiscito por Ficha Limpia es un signo. Los votos del domingo pasado una respuesta que también es otro mensaje para los partidos. Aunque no quieran verlo, junto a más de un medio de comunicación que juega más para la campaña que para informar al pueblo.
