Osvaldo Jaldo y Juan Manzur durante los actos del 9 de Julio en Tucumán dieron señales de unidad, pero el peronismo provincial continúa fragmentado: Esta semana, dirigentes del sector opositor inscribieron oficialmente el frente “Fuerza Patria”, replicando el sello nacional impulsado por Kicillof, Massa y Máximo Kirchner.
Un armado con sello propio en clave nacional
En el plano local, “Fuerza Patria” es liderado por el ex intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera, y cuenta con el respaldo de figuras como la senadora Sandra Mendoza y el diputado Pablo Yedlin. La agrupación fue presentada como una respuesta política al gobierno de Javier Milei, pero en los hechos evidenció más las fisuras internas del Partido Justicialista tucumano que una estrategia cohesionada.
Mientras que el gobernador Jaldo ya había inscripto en mayo su propio espacio, “Tucumán Primero”, el nuevo frente marca distancia del oficialismo provincial. Aunque sus referentes no cierran la puerta al diálogo, la decisión de formalizar una estructura separada anticipa una competencia directa en las elecciones legislativas de octubre, en las que Tucumán renovará cuatro bancas en la Cámara de Diputados.
Señales políticas y aspiraciones personales
El lanzamiento del frente incluyó gestos simbólicos relevantes. Participaron la intendenta Alejandra Rodríguez, esposa de Noguera, y el legislador Christian Rodríguez, quienes expresaron su voluntad de construir una “identidad colectiva” inspirada en el peronismo bonaerense. Sin embargo, el acto también reflejó la multiplicidad de liderazgos dentro del peronismo tucumano, cada uno con sus propias ambiciones.
Noguera dejó clara su intención de postularse como diputado nacional. “Queremos enfrentar a Milei con un frente unificado”, declaró. No obstante, la inscripción de un espacio por fuera del armado oficial de Jaldo, plantea una contradicción entre discurso y acción. “Se consolidó una perspectiva propia, con identidad tucumana”, justificó el dirigente taficeño.
El jaldismo busca evitar la confrontación directa
Desde el entorno del gobernador, el ministro de Gobierno, Regino Amado, intentó bajar el tono de la interna. “Siempre hay tiempo para la unidad”, aseguró, aunque remarcó que la prioridad debe ser “poner a Tucumán primero”, en alusión directa al frente encabezado por Jaldo. El gobierno provincial mantiene una postura crítica hacia la Casa Rosada, especialmente en temas como la coparticipación, aunque evita la confrontación permanente.
En sintonía, la senadora Mendoza dejó abierta la posibilidad de un entendimiento. Sin embargo, el apuro por registrar frentes propios en las vísperas del cierre de alianzas revela que las diferencias todavía pesan más que los consensos.
Internas partidarias frente a un electorado exigente
La proliferación de espacios dentro del justicialismo tucumano refleja una lucha de poder interna que no termina de saldarse. Mientras el Gobierno nacional avanza con un programa económico centrado en el ajuste fiscal y reformas estructurales, el PJ local parece más enfocado en posicionamientos personales que en articular una alternativa sólida para la ciudadanía.
Aún así, el peronismo ha sabido en presentar listas unificadas en las últimas contiendas electorales, y la realidad política argentina, con los resultados de provincias en los últimos meses y las encuestas, así lo exige. ¿Logrará el gobernador Osvaldo Jaldo sumar a todos los sectores con su política de no confrontación directa y trabajo con el Gobierno Nacional? En breve lo sabremos.