La Secretaría de Educación del Ministerio de Capital Humano presentó los resultados de las Pruebas Aprender 2024, revelando una preocupante realidad educativa, especialmente en el área de Matemáticas. La evaluación se llevó a cabo el 24 de octubre de 2023 y alcanzó a 379.050 estudiantes de 5° y 6° año del secundario, lo que representa el 70,2% del total de la matrícula en 11.846 escuelas, es decir, el 96,6% de los establecimientos secundarios del país.
Resultados alarmantes en Matemáticas
El dato más inquietante provino del rendimiento en Matemáticas: el 54,6% de los estudiantes se ubicó por debajo del nivel básico, mientras que el 31,2% quedó en el nivel básico y solo el 14,2% alcanzó un nivel satisfactorio. Aún más grave, ningún alumno logró ubicarse en el nivel avanzado, lo que significa que no hubo estudiantes que hayan alcanzado calificaciones equivalentes a 9 o 10.
Lejos de ser un retroceso repentino, el informe confirma que esta situación crítica se viene sosteniendo desde al menos 2022, sin mejoras significativas respecto a la base de referencia de 2016.
Lengua: un desempeño más alentador, pero con desafíos
En comparación con Matemáticas, el área de Lengua presentó resultados más esperanzadores: el 58% de los alumnos alcanzó o superó el nivel satisfactorio, mientras que el 26,2% quedó en un nivel básico y el 15,8% por debajo de ese umbral. La prueba evaluó los contenidos fundamentales que los alumnos debieron haber adquirido desde el inicio de su trayectoria secundaria, en 2019 y 2020.
Este resultado, aunque menos crítico, también plantea la necesidad de fortalecer la formación básica y recuperar herramientas esenciales como la lectoescritura y la comprensión de textos.
Más alumnos llegan al final del secundario
Un dato positivo es el crecimiento sostenido en la matrícula: entre 2016 y 2024, más de 100.000 estudiantes adicionales alcanzaron los últimos años del nivel secundario. Esta mayor retención se dio particularmente en sectores históricamente excluidos del sistema, lo que representa un avance en términos de inclusión educativa.
Sin embargo, estos logros en términos de acceso deben ir acompañados de una mejora sustancial en la calidad de la enseñanza, para que la inclusión no sea solo estadística, sino una verdadera herramienta de transformación social.
Torrendell: “Vamos a trabajar fuerte sobre la enseñanza de Matemáticas”
Durante la presentación de los resultados en el Palacio Sarmiento, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, anticipó la implementación de un plan específico para revertir los resultados en Matemáticas. “Tenemos prediseñado un plan de enseñanza que vamos a tratar en el Consejo Federal a mitad de año”, explicó. El objetivo es trabajar junto a los equipos provinciales en una estrategia común que fortalezca esta área clave del conocimiento.
Factores que inciden: contexto socioeconómico y entorno digital
El informe también profundiza en los factores que influyen en el desempeño escolar. El nivel socioeconómico aparece como uno de los principales condicionantes, junto con las trayectorias escolares, el vínculo con la escuela y las condiciones estructurales del sistema educativo.
En paralelo, se relevó el acceso y uso de tecnologías digitales. Aunque los adolescentes muestran mayor autonomía en el uso de dispositivos, también se evidencian riesgos: un 20% de los estudiantes admitió haber participado en apuestas en línea, y el número asciende al 30% en varones. También se registran preocupaciones por el uso excesivo de pantallas y el contacto con desconocidos.
¿Qué estamos enseñando y cómo lo estamos enseñando?
Más allá de las cifras, estas evaluaciones reabren una pregunta de fondo: ¿qué lugar ocupan hoy los saberes básicos en el sistema educativo argentino? En los últimos años, se ha privilegiado una currícula cargada de transversalidades e ideologización, dejando de lado la enseñanza de contenidos esenciales como Matemática, Lengua y cultura general, y ¿por esto, también, los resultados en estas pruebas?
Desde los años noventa, con la reforma educativa impulsada tras el Congreso Pedagógico Nacional, muchos especialistas señalan un deterioro sistemático del modelo educativo argentino. Aquella educación que forjó generaciones de profesionales respetados y una sociedad con fuerte movilidad cultural y social, que parece hoy lejana.
¿Podremos recuperarnos?
La gran pregunta es si como país seremos capaces de recuperar la calidad educativa que alguna vez fue motivo de admiración en América y Europa. Los resultados de la Prueba Aprender 2024 nos interpelan a todos: docentes, autoridades, familias y sociedad en su conjunto.
Ojalá el camino que comienza a trazarse pueda devolverle a nuestros estudiantes el acceso real a una educación que no solo incluya, sino que forme, construya y eleve.
