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Corpus Christi: una plaza colmada de fe y esperanza viva

Un altar en el corazón de Tucumán

La Plaza Independencia se transformó este sábado en un gran altar a cielo abierto, donde miles de fieles participaron con profunda devoción de la solemnidad de Corpus Christi. Bajo el lema “Con Jesús Eucaristía, peregrinos de esperanza”, la Arquidiócesis de Tucumán vivió una jornada de comunión, oración y compromiso cristiano.

La misa fue presidida por el arzobispo Carlos Sánchez, acompañado por sacerdotes de todo el clero diocesano. En el centro de la escena, sobre las escalinatas de la Iglesia Catedral, la imagen de Nuestra Señora de La Merced acompañó la celebración, como madre y patrona de nuestra Iglesia local.

 

Un mensaje que interpela desde el Evangelio

En su homilía, monseñor Sánchez remarcó el carácter misionero de la Eucaristía, llamando a vivirla como envío: “Jesús nos dice ‘Denles de comer ustedes mismos’. Él quiere contar con nuestra pobreza para llegar a todos”.

Advirtió sobre las heridas sociales que atraviesa nuestro pueblo: “Muchos tucumanos hoy necesitan el pan de la esperanza, de la dignidad, del consuelo”. Y subrayó que la fe debe traducirse en acciones concretas de caridad y servicio.

“Jesús nos ofrece su Cuerpo y Sangre en las especies eucarísticas del pan y del vino para que entremos en comunión de amor con Él y entre nosotros. Que al comer su Cuerpo se abran los ojos de la fe para vivir como verdaderos hijos de Dios y descubrir las otras formas de presencia en los hermanos, especialmente los más sufrientes. En cada Eucaristía Él habita dentro nuestro por la comunión, para que tengamos sus mismos sentimientos y amemos con su mismo corazón”, señaló.


Nuevos ministros: la comunión llega a los más frágiles

Antes de la procesión, se vivió un momento especialmente emotivo: la institución de los nuevos ministros extraordinarios de la Comunión, enviados a llevar el Cuerpo de Cristo a los enfermos y a quienes no pueden asistir a la Santa Misa.

Bendecidos y enviados, son signos visibles de la cercanía de Dios con quienes más lo necesitan.

Monseñor Sanchez, citando a San Juan Pablo II, dijo en otro momento de su homilía: “En el humilde signo del pan y el vino, transformados en su cuerpo y en su sangre, Cristo camina con nosotros como nuestra fuerza y nuestro alimento y nos convierte en testigos de esperanza para todos”.

“Hoy le pedimos a Jesús que colme de esperanza y fortaleza a nuestros sacerdotes para que sigan haciéndolo presente en los sacramentos especialmente de la Reconciliación y la Eucaristía”.

 

Procesión y testimonio: Jesús camina con su pueblo

La jornada culminó con la solemne procesión del Santísimo Sacramento, entre cantos, silencio reverente y emoción compartida. La banda del Batallón de Don Bosco acompañó el recorrido, aportando solemnidad a este gesto público de fe viva.

“Vamos a caminar en la procesión del Corpus por las calles de nuestra ciudad para que sigamos creciendo como Iglesia peregrina de esperanza; cada día más fraterna, servidora y misericordiosa para continuar la misión de llegar a todos con la luz de la esperanza y la alegría del Evangelio” señaló el arzobispo de Tucumán.

 

Un llamado a ser testigos de esperanza

En el marco del Jubileo, el arzobispo agradeció a quienes sirven cada día en nombre de Jesús: “Estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para quienes viven en angustia y desesperación”.

Finalizó encomendando todo a la Virgen María: “Que María, mujer eucarística, nos acompañe con su ternura maternal en este camino de fraternidad y misericordia”.

La celebración de Corpus Christi fue mucho más que un acto litúrgico: fue un testimonio de fe encarnada, que salió al encuentro del pueblo. Porque Jesús Eucaristía no se queda en el templo: camina por nuestras calles, se parte por nosotros, y nos invita a ser esperanza viva para los demás.

 

La fiesta de Corpus Christi se repitió en cada rincón de la Argentina, para la mayor gloria de Dios.


Corpus Christi: una plaza colmada de fe y esperanza viva
El Cristiano 23 de junio de 2025
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