Una jornada especial en la fiesta de Santa María Reina
Al concluir la audiencia general del 20 de agosto, el Papa León XIV anunció que el 22 de agosto, cuando la Iglesia celebra la fiesta de la Realeza de María, se vivirá una jornada de ayuno y oración por la paz.
“Mientras nuestro mundo sigue herido por las guerras en Tierra Santa, en Ucrania y en muchas otras regiones”, dijo el Pontífice, “pido a todos los fieles que dediquen este día a suplicar al Señor paz y justicia, y a que seque las lágrimas de quienes sufren los conflictos armados”.
Esperanza en la vía diplomática
En la víspera, durante un encuentro en Castel Gandolfo, el Papa expresó que los recientes movimientos diplomáticos para poner fin a la guerra en Ucrania son un signo de esperanza, aunque todavía insuficientes.
“Todavía tenemos que trabajar duro, rezar mucho y buscar el camino a seguir”, afirmó, recordando que la oración es la fuerza que sostiene cualquier negociación. Consultado sobre sus contactos con líderes internacionales tras la reunión entre Donald Trump, Volodymyr Zelenskyy y representantes europeos, el Papa reconoció escuchar a algunos de ellos «de vez en cuando», sin confirmar diálogos directos con el presidente estadounidense.
Un llamado universal a la esperanza
Este viernes 22 de agosto es, entonces, un día de unión espiritual de la Iglesia en todo el mundo, bajo la intercesión de María Reina, pidiendo al Señor que transforme las guerras en caminos de reconciliación.
La invitación del Papa recuerda que el ayuno y la oración no son gestos aislados, sino armas espirituales capaces de cambiar la historia cuando se viven con fe y esperanza cristiana.