Ir al contenido

Fieles de Charlotte (EEUU) se arrodillan masivamente para recibir la Comunión

Un gesto de reverencia que emociona

Durante una misa de Confirmación celebrada recientemente en la Diócesis de Charlotte, en Carolina del Norte, el 95% de los fieles se arrodillaron para recibir la Sagrada Comunión, incluso cuando fue el propio obispo diocesano, Mons. Michael Martin, quien distribuyó el sacramento. El gesto, espontáneo y lleno de fe, conmovió a la comunidad, especialmente porque se dio en un contexto de tensiones litúrgicas.

El momento fue registrado por la Charlotte Latin Mass Community (CLMC) y compartido en redes sociales, mostrando cómo incluso los niños se acercaban de rodillas, a pesar de la ausencia de comulgatorios o reclinatorios.

“Puedo confirmarlo, yo estuve allí. ¡Fue un momento de orgullo ver a todos esos jóvenes arrodillarse!”, relató una asistente, Priscilla Lissette Benson.

 

Un trasfondo de debate litúrgico

Este acto de piedad adquiere mayor relevancia tras la reciente filtración de un borrador de carta pastoral del Obispo Martin, donde expresaba su intención de prohibir los reclinatorios para recibir la Sagrada Eucaristía en las parroquias de la diócesis. En el texto, que se difundió a través del blog Rorate Caeli, el obispo afirmaba:

“Instruir a los fieles que arrodillarse es más reverente que estar de pie es simplemente absurdo”.

El documento también indicaba que los comulgatorios móviles debían ser retirados y que no deberían mantenerse los fijos permanentes, incluso en nuevas construcciones.

 

La postura de la diócesis y el testimonio de los fieles

Más tarde, desde la oficina de comunicaciones de la diócesis se aclaró que el texto era un borrador sujeto a revisión, pero múltiples fuentes indican que la intención de suprimir los reclinatorios sigue vigente, especialmente porque el obispo ya ha implementado esta práctica en algunas de sus visitas pastorales.

Sin embargo, el testimonio de los fieles en esta misa fue claro: una devoción eucarística viva, fiel y profundamente respetuosa. No se trató de una rebeldía, sino de una afirmación del deseo del pueblo de Dios de adorar a Cristo presente en la Eucaristía con todo su ser, incluyendo su cuerpo, arrodillándose para recibirlo.

Y, por supuesto, no se está señalando que esté mal recibirlo de pie. Sino la actitud del obispado de buscar obligar a hacerlo de esa manera.

 

La enseñanza de la tradición eclesial

Hasta el Concilio Vaticano II, la norma universal era recibir la Sagrada Comunión de rodillas y en la lengua, de manos de un sacerdote. Este gesto no solo es una tradición que muchos fieles siguen realizándola, sino expresión tangible de adoración.

En este contexto, vale recordar que el Cardenal Robert Sarah, en 2018, denunció la comunión en la mano como parte de un “ataque diabólico” a la fe en la Eucaristía. Del mismo modo, el Cardenal Francis Arinze insistió en que arrodillarse para comulgar es signo de reverencia auténtica, más aún cuando se recibe al mismo Cristo.

 

No un desafío, sino un acto de amor

Lejos de representar un acto de confrontación hacia el obispo, lo ocurrido en Charlotte es un testimonio luminoso de fidelidad eucarística. Los fieles siguen respondiendo con fe a lo que la Iglesia enseña desde siempre: que la Eucaristía es Jesús vivo, y que arrodillarse ante Él es un acto de amor, humildad y adoración.

Es correcto recibir la Comunión de las dos formas. Lo incorrecto es pretender imposibilitar que un fiel se arrodille para hacerlo, insistimos. ¿Porqué algunos clérigos buscan que los fieles no se arrodillen en la misa? Sería bueno preguntárselo. ¿Acaso Nuestro Señor no merece en su divinidad nos arrodillemos ante Él?

En tiempos de confusión litúrgica, el pueblo de Dios habla con sus gestos. Y en Charlotte, se arrodilló en silencio, pero con elocuencia.

 

Fieles de Charlotte (EEUU) se arrodillan masivamente para recibir la Comunión
El Cristiano 27 de junio de 2025
Iniciar sesión dejar un comentario
El verdadero crecimiento del hombre