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HABEMUS PAPAM León XIV.

Su vida y pensamiento.

Habemus Papam: Una nueva esperanza en el balcón de San Pedro

A las 18:00 horas de Roma, la historia volvió a escribir una página memorable. La fumata blanca que emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina anunció al mundo que la Iglesia católica tenía un nuevo Pastor. Las campanas repicaban y, como en cada elección papal, el pueblo de Roma y peregrinos de todo el mundo se volcaron hacia la Plaza de San Pedro con el corazón lleno de emoción.

Pasadas las 19:00 h, el cardenal protodiácono, el francés Dominique Mamberti, pronunció la clásica fórmula que siempre estremece: “Habemus Papam”. El elegido fue el cardenal agustino Robert Francis Prevost Martínez, quien asumió el nombre de León XIV, convirtiéndose en el Papa número 267 de la Iglesia católica y el primer miembro de la Orden de San Agustín en llegar al trono de Pedro.

Un Papa nacido en Chicago, con corazón latinoamericano

Robert Francis Prevost tiene 69 años y una historia marcada por la variedad cultural y la misión evangélica. Nacido en Chicago, es hijo de padre francés y de madre española. Sin embargo, su vida sacerdotal ha estado profundamente arraigada en el Perú, país donde fue misionero durante más de dos décadas y del cual recibió la ciudadanía.

Hasta su elección como Papa, Prevost era prefecto del Dicasterio para los Obispos, una de las posiciones más influyentes en la Curia romana. Su rol en ese organismo, conocido como la “fábrica de obispos”, le otorgó una visión global y pastoral sobre la Iglesia que ahora está llamado a conducir.

Las primeras palabras de León XIV: paz y unidad

Desde el balcón central de la basílica de San Pedro, León XIV ofreció su primer saludo como sucesor de Pedro: “La paz sea con todos vosotros”. Inspirado por el Cristo Resucitado, habló de una paz “desarmada y desarmante”, que brota del amor incondicional de Dios.

En sus palabras, recordó con cariño a su predecesor, el Papa Francisco: “Esa voz débil pero valiente que bendecía a Roma… Que el mal no prevalecerá. Estamos en las manos de Dios”. Invocó a los fieles a caminar juntos, sin miedo, tomados de la mano con Dios y entre ellos: “El mundo necesita de su luz. La humanidad necesita de Él”.

También hizo referencia a su identidad agustiniana, citando a san Agustín: “Con vosotros soy cristiano y para vosotros obispo”. Y, en un guiño conmovedor a su historia pastoral, saludó en español a su querida diócesis de Chiclayo en el Perú.

Una Iglesia que camina en cercanía

León XIV reafirmó su compromiso con una Iglesia cercana a quienes sufren y siempre en búsqueda de la paz y la caridad. Recordó que era el día de la Virgen de Pompeya y pidió rezar con él a María, “nuestra Madre, que siempre quiere caminar con nosotros”.

El nuevo Papa se mostró agradecido con los cardenales por la confianza depositada y reafirmó su deseo de ser un misionero fiel del Evangelio: “Queremos ser una Iglesia que camina y acompaña, una Iglesia que escucha y construye puentes”.

 

¿Quién es León XIV? Un pastor con alma misionera

La elección de un estadounidense como Papa rompe con un viejo tabú no escrito en la Iglesia. Sin embargo, León XIV no representa la típica figura del clero estadounidense. Su vida ha estado marcada por la sencillez, la entrega y la misión en tierras alejadas de los grandes centros de poder.

Robert Prevost nació el 14 de septiembre de 1955. Estudió matemáticas en la Universidad de Villanova, católica, que está en Pensilvania (EEUU) y luego ingresó a la Orden de San Agustín. Se formó en Teología y Derecho Canónico, completando su doctorado en Roma. Fue ordenado sacerdote en 1982 y enviado como misionero al norte del Perú, donde vivió en comunidades pobres, fue formador de seminaristas, profesor, vicario judicial y prior.

Su estilo pastoral fue siempre cercano a la gente, promoviendo la escucha y el diálogo. En 1999 regresó a EE.UU. como superior provincial, y pocos años después fue elegido Prior General de los agustinos, cargo que desempeñó por dos períodos consecutivos.

En 2014, el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo, donde fue ordenado obispo el 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe. Fue un pastor sencillo, que caminaba con su pueblo y priorizaba el acompañamiento. En 2015, obtuvo la nacionalidad peruana como un gesto de amor por la tierra que tanto lo había marcado.

Un Papa puente entre culturas y entre Iglesias

Desde Roma, Prevost fue nombrado por Francisco como miembro de la Congregación para el Clero en 2019 y luego prefecto del Dicasterio para los Obispos. Esa misión le permitió conocer de cerca las realidades eclesiales del mundo y formarse una visión global de la Iglesia.

Sus colegas lo describen como una persona reflexiva, prudente, con un fuerte corazón misionero. En palabras de la Unión Teológica Católica: “Personifica el llamado evangélico a servir dondequiera que el Espíritu nos lleve”.

Testimonio de un pastor que acompaña

En una entrevista con Vatican News, el ahora Papa León XIV relató que siempre se sintió apoyado por el Papa Francisco. “Me preguntó: ‘¿Cómo estás? ¿Cómo va todo?’”. En otra entrevista de 2023, definió así al buen pastor: “Es alguien que acompaña al pueblo de Dios, vive cerca de él, no aislado. Que vive la fe de modo que su testimonio sea un incentivo para que otros quieran ser parte de la Iglesia”.

Dijo que un obispo debe tener muchas habilidades, pero que, por encima de todo, debe anunciar a Jesucristo con su vida y con sus palabras. Su visión pastoral encarna una Iglesia que dialoga, escucha, sirve y construye comunidad desde la compasión de Cristo.

En contra de la Ideología de Género, reafirma la familia tradicional

Siendo Obispo de Chiclayo, Perú, en 2019 sostuvo con firmeza los preceptos de la Doctrina Social de la Iglesia sobre el derecho de los padres a cuidar y decidir sobre la educación de sus hijos, y que no sea el Estado el que pretenda adoctrinarlos con ideología de género. La Ministra de la Mujer de Perú, en esa ocasión, dijo: “con sus hijos si me meto” en alusión al movimiento Con Mis Hijos No Te Metas, iniciado en Perú. Consultado, el entonces Cardenal Prevost expresó: “Algunos ministros en el Gobierno, algunos miembros del Gobierno explícitamente están promoviendo una idea, un movimiento que destruye la familia”, y agregó: “Estamos convencidos de la importancia de promover la familia como elemento constitutivo de la sociedad y no destruir la familia como tradicionalmente se ha considerado, un varón y una mujer que se aman y están comprometidos”.

El Papa León XIV, en su momento, señaló también: “Está muy claro en la Doctrina Social de la Iglesia, no somos intolerantes, siempre promovemos la dignidad de cada persona y lo seguiremos haciendo”.


Un nuevo tiempo para la Iglesia

La elección de León XIV abre una etapa de esperanza. Su perfil agustiniano, su experiencia misionera y sus definiciones (como la que mencionamos más arriba sobre la ideología de género y el adoctrinamiento en las escuelas), perfilan su pensamiento y visión para la Iglesia:

Unidad en la Iglesia

“La falta de unidad es una herida que sufre la Iglesia, una herida muy dolorosa. Las divisiones y las polémicas en la Iglesia no ayudan nada. Especialmente nosotros, los obispos, debemos acelerar este movimiento hacia la unidad, hacia la comunión en la Iglesia”.

Alejarse de las agendas políticas

“Debemos ser capaces de escucharnos unos a otros, de reconocer que no se trata de discutir una agenda política o simplemente tratar de promover los temas que me interesan a mí o a otros. A veces parece que se quiere reducir todo a querer votar”.

Sinodalidad

"Una Iglesia que sabe escuchar a todos es el camino no sólo para vivir personalmente la fe, sino también para crecer en la verdadera fraternidad cristiana. La Iglesia es plenamente tal sólo cuando escucha de verdad, cuando camina como el Pueblo de Dios en su maravillosa diversidad, redescubriendo continuamente su propia llamada bautismal a contribuir a la difusión del Evangelio y del Reino de Dios".

Estilos de vida contrarios al Evangelio de Cristo

El ahora Papa León XIV, dirigiéndose a los obispos, mencionó la “simpatía por creencias y prácticas que están en desacuerdo con el Evangelio” como una amenaza para la vida cristiana. Entre esas prácticas incluyó explícitamente “el estilo de vida homosexual” y la existencia de “familias alternativas formadas por parejas del mismo sexo y sus hijos adoptivos”, en defensa de la familia tradicional entre hombre y mujer.

Fertilización in vitro

El Papa León XIV señaló hace años su oposición a la manipulación genética, señalando que “la fecundación in vitro ignora todos los problemas de la ética y subraya que el hombre puede ser reducido de un sujeto a un objeto".

La inmigración

El Cardenal Prevost en su momento, refiriéndose a los más de 1,5 millones de venezolanos que emigraron a Perú en todos estos años de tiranía chavista, señalaba que “la migración es parte de la misión de Cristo”, indicando que la Iglesia continuará su labor de apoyo a los migrantes, defendiendo su dignidad frente a políticas migratorias injustas.

El clima

En un seminario realizado en noviembre de 2024, León XIV afirmó que la relación de la humanidad con la naturaleza no debe ser “tiranía”, sino un acto de reciprocidad.

Polarización e ideologías

"Es un reto, especialmente cuando la polarización se ha convertido en la forma de operar en una sociedad que, en lugar de buscar la unidad como principio fundamental, va de un extremo Prevost Prevost a otro. Las ideologías han adquirido mayor poder que la experiencia real de la humanidad, de la fe, de los diferentes valores que vivimos. Algunos malinterpretarán la unidad como uniformidad". 

Las mujeres y el Orden Sagrado

Respecto a la posibilidad de ordenar a las mujeres, en su momento, Prevost se mostró contrario ya que, en una entrevista, aseguró que "clericalizar a las mujeres no necesariamente soluciona un problema, podría generar uno nuevo".

El papel de los obispos

"Ser un buen pastor significa ser capaz de acompañar al Pueblo de Dios y vivir cerca de él, no estar aislado. El Papa Francisco lo ha dejado muy claro muchas veces. No quiere obispos que vivan en palacios. El obispo tiene que tener muchas habilidades. Tiene que saber gobernar, administrar, organizar y saber estar en el trato con la gente. Pero, si tuviera que señalar un rasgo por encima de cualquier otro, es que tiene que proclamar a Jesucristo y vivir la fe para que los fieles vean en su testimonio un aliciente para querer formar parte cada vez más activa de la Iglesia que el mismo Jesucristo fundó. En definitiva, ayudar a la gente a conocer a Cristo". 

 

Crisis de vocaciones: Existe, pero “no es la principal”

"Nuestra prioridad no puede ser buscar vocaciones. Nuestra prioridad tiene que ser vivir la buena noticia, vivir el Evangelio, compartir el entusiasmo que puede nacer en nuestros corazones y en nuestras vidas cuando descubrimos realmente quién es Jesucristo. Cuando seguimos caminando unidos a Cristo, en comunión unos con otros, en esa amistad con el Señor y comprendiendo lo grande que es haber recibido ese don, surgen las vocaciones. Es verdad que en algunas partes del mundo ahora mismo, por razones de diversa índole, hay menos vocaciones que en el pasado. Es una preocupación, claro, pero no creo que sea la principal".

 

El principal reto de la Iglesia

Dejó en claro que la tarea de la Iglesia es predicar el Evangelio antes que nada: "A la hora de enumerar nuestras prioridades y evaluar los retos que tenemos frente a nosotros tenemos que saber que las urgencias de Italia, España, Estados Unidos, Perú o China, por ejemplo, es más que probable que no sean las mismas, salvo en una cosa: el reto subyacente que Cristo dejó a los católicos de predicar el Evangelio y que éste sea el mismo en todas partes".


Ya tenemos Papa. Y ahora?

Con María, con san Agustín, y con el Evangelio como guía, León XIV ha comenzado su pontificado recordando a todos que “el mal no prevalecerá” y que “Cristo nos precede”. Lo apoyemos en la tarea misionera, apegados a la Doctrina Social de la Iglesia, que con sabiduría León XIII completó, y es el ejemplo inspirador de nuestro nuevo Papa.

La Iglesia camina, una vez más, con un nuevo pastor, y lo hace con renovada esperanza. Sigamos rezando unidos por nuestra Iglesia y en especial por León XIV, que ha aceptado cargar con una enorme cruz, y necesita de nuestras oraciones.

HABEMUS PAPAM León XIV.
El Cristiano 9 de mayo de 2025
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