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Papa León XIV: El amor, fuente de dignidad y semejanza con Dios

Durante el ángelus de este domingo, ante cientos de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV afirmó que el amor “ennoblece” nuestra existencia y “nos hace cada vez más semejantes a Dios”. Desde la ventana del Palacio Apostólico, señaló que el amor “es lo único que transforma y ennoblece cada aspecto de nuestra vida”.

 

El Evangelio como guía para un tesoro verdadero

Inspirándose en el Evangelio del día, en el que Jesús invita a “vender los bienes y dar limosna”, el Pontífice destacó que estas palabras fueron pronunciadas mientras el Señor iba camino a Jerusalén, donde se ofrecería en la cruz para nuestra salvación.

“El tesoro de nuestra vida —dijo— debe depositarse en el banco más seguro y rentable: las obras de misericordia”. Recordó que incluso con gestos pequeños, como las “dos monedas” de una viuda pobre, uno puede convertirse en “la persona más rica del mundo”.

 

Generosidad: no solo con bienes materiales

El Papa exhortó a no guardar para uno mismo los dones recibidos de Dios, sino a emplearlos generosamente para el bien de los demás, especialmente de quienes más lo necesitan. Subrayó que no se trata solo de bienes materiales, sino también de poner al servicio de otros “nuestras capacidades, nuestro tiempo, nuestro afecto, nuestra presencia y nuestra empatía”.

Según explicó, estos dones son “un capital vivo” que crece cuando se cultiva y se utiliza.

 

El riesgo de no compartir los talentos

El Pontífice advirtió que, si los talentos no se ponen al servicio de otros, “se secan y se devalúan” o pueden quedar “a merced de quienes, como ladrones, se apropian de ellos para reducirlos a simples objetos de consumo”. El don de la vida, remarcó, “necesita espacio, libertad y relación para realizarse y expresarse”.

 

Dar como camino de transformación

León XIV citó a san Agustín, quien enseñaba que lo que se da no se convierte en oro o plata, sino “en vida eterna”, porque en el acto de dar “te transformas tú mismo”. Para ilustrarlo, el Papa utilizó ejemplos cotidianos:

  • “Una madre que abraza a sus hijos, ¿no es la persona más hermosa y rica del mundo?”
  • “Dos novios, cuando están juntos, ¿no se sienten un rey y una reina?”

 

Vigilancia amorosa en la vida diaria

El Papa invitó a practicar la vigilancia amorosa que Jesús pide: “En la familia, en la parroquia, en la escuela, en el trabajo, no perdamos ninguna ocasión para amar”. Animó a estar siempre atentos, dispuestos y sensibles con los demás, como Cristo lo está con nosotros en todo momento.

 

Un llamado a la paz y a la responsabilidad internacional

En la parte final del ángelus, León XIV pidió perseverar en la oración “para que se ponga fin a las guerras” y recordó el 80.º aniversario de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, que ha despertado en el mundo el rechazo de la guerra como vía para resolver conflictos.

Dirigiéndose a quienes tienen responsabilidades políticas y militares, les exhortó a considerar siempre las consecuencias de sus decisiones sobre las poblaciones y a no ignorar “las necesidades de los más débiles y el deseo universal de paz”.

 

 

Papa León XIV: El amor, fuente de dignidad y semejanza con Dios
El Cristiano 11 de agosto de 2025
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